Con el paraguas a mano, los sonenses disfrutaron de las actividades del día
09 sep 2021 . Actualizado a las 05:00 h.Durante la madrugada y por la mañana bien podría pensarse que la suerte de diluvio universal que estaba cayendo impediría a los vecinos de Porto do Son acudir a su tradicional cita con la Virgen del Carmen, pero una vez más la devoción por la patrona estuvo por encima de inconvenientes como los fuertes chaparrones o el covid, y los sonenses se aprestaron a disfrutar de las actividades programadas con motivo de las fiestas.
Paraguas en mano, eso sí, y con calzado a prueba de agua acudieron los vecinos a la misa solemne que estaba prevista a mediodía en los jardines de la explanada portuaria. Sin embargo, pese a la carpa, la cantidad de lluvia que cayó encharcó de tal forma la zona que la hizo impracticable, así que, a última hora, se decidió trasladar el oficio religioso a la capilla de A Atalaia. Hubo que reducir el aforo, pero el Carmen recibió los honores habituales, incluida la ofrenda floral al finalizar la ceremonia religiosa.
El alcalde, Luis Oujo, y la conselleira do Mar, Rosa Quintana, presencia habitual en los festejos sonenses, fueron los encargados de cumplir con esta tradición.
Homenaje en el mar
La pandemia obligó a prescindir un año más de la procesión marítima, y la amenaza de lluvia desaconsejaba alejarse demasiado del puerto, pero las autoridades se embarcaron para tirar al mar un centro de flores en honor de la virgen y en memoria de los marineros fallecidos.
Luego, finalizados los actos solemnes, tocó empaparse de la música del grupo As Lens en la parte más lúdica de las celebraciones. La banda aprovechó el escenario cubierto de la plaza de España para amenizar la sesión vermú, mientras los vecinos miraban al cielo con la esperanza de que ayer, y en los días que quedan de fiestas, las nubes sean benévolas con Porto do Son.