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Los pósitos piden al ISM que valide los certificados médicos para todo el año

La Voz REDACCIÓN

SOMOS MAR

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El presidente de las cofradías gallegas y la conselleira de Mar mantuvieron reuniones virtuales con los directores del Instituto Social de la Marina y de la Marina Mercante

02 oct 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

El presidente de la Federación Galega de Confrarías, José Antonio Pérez, y la conselleira de Mar, Rosa Quintana, han mantenido sendas reuniones con los directores del ISM (Instituto Social de la Marina) y de la Marina Mercante -Luis Casqueiro y Benito Núñez, respectivamente- para solventar problemas que, por muy administrativos que sean, están lastrando o amenazan con lastrar la actividad pesquera. La cuestión de los certificados médicos que se requieren para embarcar es uno. Ya no es solo el problema de Corcubión, donde la maternidad de la médica del ISM y las dificultades para cubrir su ausencia suponen un trastorno para miles de marineros de diez cofradías, que deben trasladarse a A Coruña, Ferrol o Muros para someterse a las pruebas. Ocurre que allí donde el servicio se presta normalmente se están dando citas en fecha posterior al 31 de octubre, que es cuando vence la prórroga general que se ha dio a los certificados médicos con motivo de la pandemia. Por eso las cofradías piden que la vigencia de esos documentos se extienda hasta finales de año. Como también reclaman que se cubran todas «as prazas vacantes en Sanidade Marítima».

Y lo mismo con los botiquines. Bruselas ya ha aprobado el tipo C reducido para la flota de bajura, pero la trasposición de esa directiva no se hará hasta el año que viene, por lo que Pérez expuso a Casqueiro la conveniencia de que el ISM emita «unha instrución de servizo de xeito provisional» que permita a los barcos llevar ya ese C con los medicamentos justos para una flota que opera a menos de una hora de un centro de salud. Con Benito Núñez, Quintana y Pérez abordaron el problema de las embarcaciones auxiliares con las que trabajan algunos barcos cuando despachan al marisqueo. En zonas como Noia, donde la marea baja tanto que los barcos quedan en seco y es imposible sacarlos a faenar, de siempre se han empleado embarcaciones más pequeñas para llegar hasta donde están fondeados los que tienen el pérmex de marisqueo y así trabajar. Pero resulta que esa práctica ancestral no es legal del todo. Habría que incluir esa segunda unidad en la hoja de asiento de la principal y eso es lo que le han pedido los pósitos al director general de la Marina Mercante. Eso y que se reconozcan como días de mar los que los vigilantes que aspiran al título de patrón hacen en las lanchas de la cofradía.

No estaría de más tampoco que los servicios de atención al público recuperasen ya la normalidad.