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Un polvorín a punto de estallar

x. ameixeiras / s. serantes REDACCIÓN / LA VOZ

SOMOS MAR

Ana García

Bateeiros y percebeiros se enfrentan casi a diario en la costa gallega por la mejilla

21 may 2020 . Actualizado a las 11:33 h.

Que se sepa, en Muxía se vivió este miércoles el último enfrentamiento entre bateeiros y percebeiros por la extracción de mejilla. Otra vez no acabaron peleándose porque intervinieron las fuerzas de seguridad públicas. Incluso reconociendo estar «condenados a entenderse», los ánimos se caldean a medida que se suceden los encontronazos. Se repiten durante las últimas semanas y parece que los dos bandos actúan organizados. Sigue sin cuajar el principio de acuerdo que el pasado jueves propició la Consellería do Mar. Urgiéndole a ejercer sus competencias de árbitro de la pelea, a Mar apelan los bateeiros que reclaman su derecho a recolectar semilla de mejillón en zonas autorizadas y los mariscadores que se niegan a permitirles extraerla donde mejor cría el percebe. Ahora forman un cóctel explosivo que convierte a la costa gallega en un polvorín a punto de estallar.

Traen en jaque a Mar, donde preparan desde hace días el mapa que acotará los espacios donde nadie podrá recolectar cría de mejillón para preservar el percebe. También a las fuerzas de seguridad del Estado, sobre todo a la Guardia Civil, de cuyos continuos despliegues para apaciguar los ánimos no informa la Delegación del Gobierno en Galicia, pese a las consultas realizadas.

Las trifulcas contrastan con la buena voluntad y los deseos de entendimiento expresados por las cofradías que representan a los percebeiros y por las organizaciones de productores de mejillón. Con Mar mediando, hace una semana sentaron lo que llamaron bases para un acuerdo de transición que a pie de mar no se cumple. Quedaron en no interferirse mutuamente a cambio de delimitar las zonas de recolección de mejilla y de protección del percebe, así como de ampliar hasta final de junio la prórroga para que los bateeiros puedan aprovisionarse de semilla de mejillón.

Mar cita este jueves en Vilaxoán a los dos bandos

Como el conflicto se recrudece, la conselleira do Mar Rosa Quintana ha citado este jueves a mediodía a representantes de los productores de mejillón y de las federaciones de cofradías. Volverán a verse en Vilaxoán, justo una semana después del pacto que no resolvió el problema.

La denominada Comisión do Mexilón, que agrupa a bateeiros, recuerda que trabajan «para chegar a un acordo, co obxectivo de frear os graves altercados dos últimos días», aunque depende de que Mar acote «as pedras concretas as que non poderán ir nin percebeiros nin bateeiros». Y pide apoyo a las fuerzas de seguridad para ejercer su derecho a trabajar.

A Mar también la emplaza el BNG a terciar, «antes de que derive en consecuencias que haxa que lamentar, nunha disputa que se vai estendendo a distintas zonas e que está xerando un problema de convivencia social».

Quince guardias civiles se interponen en Muxía entre 50 percebeiros y 30 bateeiros

La punta de A Barca de Muxía fue escenario este miércoles a la mañana de otra representación real del enfrentamiento de recolectores de mejilla para bateas y percebeiros. Unos cincuenta mariscadores impidieron el acceso a las rocas más preciadas del litoral muxián a una treintena de arousanos. Cuatro patrullas de la Guardia Civil evitaron que pasasen de las amenazas y los mejilloneros se batieron en retirada.

Coincidiendo con la bajamar, pasadas las nueve de la mañana empezaron a llegar a A Barca de Muxía los bateeiros en unos quince vehículos. Cuando quisieron bajar a las rocas los esperaban percebeiros muxiáns, reforzados por otros de Corme, Caión e incluso de A Coruña, dispuestos a impedirles que accediesen a los que consideran sus mejores bancos de percebe.

Unos quince guardias civiles se interpusieron entre los dos bandos, logrando mantener la paz en una tensa y por momentos violenta discusión verbal y gestual. Tras varios tiras y aflojas, los mejilloneros marcharon pasadas las once de la mañana, cruzándose reproches con los percebeiros. Ninguno quedó conforme, ni con lo sucedido ni con la situación.

«Arranxarse pacificamente»

Los bateeiros recalcan su derecho a extraer mejilla, censuran la oposición de los percebeiros y aceptan enseñar lo que recogen para demostrar que no dañan el percebe. Y denuncian amenazas, sobre todo por las redes sociales.

Toñito Haz, de la agrupación de percebeiros de Muxía, reclama sobre las rocas de A Barca que la Consellería do Mar tome medidas. Ya hubo una reunión, pero no surtió efecto. No están dispuestos a que los bateeiros pisen los mejores bancos de crustáceo. A Barca es el área sagrada de los percebeiros muxiáns, solo acceden una semana en Navidad y otra en verano. Reclaman que cofradías y agrupaciones de percebeiros puedan fijar áreas sensibles y que los mejilloneros extraigan mejilla en el resto. «Que tomen medidas, pode arranxarse pacificamente», asegura.