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Alivio entre los fabricantes de harina al poder seguir exportando desde Vigo

E. Abuín REDACCIÓN / LA VOZ

SOMOS MAR

AUTORIDAD PORTUARIA

Agricultura había dado instrucciones para desviar a Marín este tipo de mercancía

04 jun 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Empresas de fabricación de harinas y aceites de pescado -gallegas en su mayoría- respiran aliviadas tras conocer que podrán seguir, como hasta ahora, exportando harinas de pescado desde el Puerto de Vigo. Operaciones que estuvieron en serio riesgo de no tener continuidad después de que los inspectores de Sanidad Exterior alertaran de deficiencias en las instalaciones que impedían realizar correctamente los controles. Afortunadamente, el conflicto «ya está resuelto», confirmó ayer el presidente de la Autoridad Portuaria de Vigo, Enrique López Veiga, quien admitió, no obstante, que se había formado un «cisco tremendo» en el puerto. Tanto, que algún empresario decidió operar desde el puerto de Leixões, aseguró Juan Vieites, secretario general de la patronal conservera, Anfaco, en la cual se integra la Asociación Nacional de Fabricantes de Harinas y Aceites de Pescado (Anfaphes).

El caso es que desde Sanidad Exterior alertaron a mediados de mayo a los usuarios de la terminal viguesa que a partir del 1 de junio no se permitiría la descarga de harina de pescado y les recomendaba desviar sus envíos por barco a Marín o, en caso de descargar en Vigo, trasladar la mercancía hasta el puerto vecino para realizar los controles. Una solución cuando menos sorprendente, dado que el punto de inspección fronteriza (PIF) de Marín «es más pequeño que el de Vigo», comenta López Veiga. Más inaudita sobre todo cuando la cuestión que detonó la instrucción del Ministerio de Agricultura y Pesca recomendando el traslado de la mercancía a las instalaciones más cercanas fue precisamente «una cuestión de espacio».

Aumento de las partidas

Ocurre que el movimiento de harinas de pescado en el Puerto de Vigo creció exponencialmente y de dos o tres partidas al año se pasó a las quince del año pasado, por lo que las dependencias dejaron de reunir los requisitos para realizar el control.

La cuestión se solucionó «habilitando una zona en el puerto» para este tipo de mercancía y las inspecciones han podido continuar, explica Vieites. Para alivio del sector, pues aunque no se está hablando de volúmenes como «el de pescado congelado o de lomos de atún», sí es una «parte importante del comercio exterior de una serie de empresas, principalmente gallegas, que operan desde este puerto».

Según explicó el representante de Anfaphes, son diez las empresas españolas que se dedican a la fabricación de harinas y aceites de pescado, de las que cinco están en Galicia. Mueven al año alrededor de 50.000 toneladas de producto, de las que 40.000 son de harina y 10.000 de aceites.

Los envíos que realizan tienen como destino principal los países de Iberoamérica, de África e, incluso, Asia. Se trata de un producto que no va dirigido a alimentación humana, sino a piensos para acuicultura y para alimentar animales que se crían en granjas, como visones.