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Galicia reclama la «nacionalidad» europea para sus sociedades mixtas

espe abuín VIGO / LA VOZ

SOMOS MAR

Depypere -izquierda- tuvo que escuchar duras quejas de los armadores en la conferencia internacional celebrada en Vigo.
Depypere -izquierda- tuvo que escuchar duras quejas de los armadores en la conferencia internacional celebrada en Vigo. M.MORALEJO

Piden a Bruselas ventajas como las que China da a su flota, exenta de arancel

26 jun 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Las sociedades mixtas con capital gallego se sienten huérfanas. Han sido las grandes olvidadas de la reforma de la política común de pesca (PCP), que finalmente reconoció la importancia de los acuerdos pesqueros y de la dimensión exterior del sector, pero se dejó en el tintero la recomendación del Parlamento Europeo de dar reconocimiento a las inversiones comunitarias en terceros países como lo que son: empresas europeas.

Así es que ahora echan en falta mimos como los que, por ejemplo, China da a su flota. Las compañías gallegas no entienden que las empresas chinas con las que comparten base exterior en Argentina tengan arancel cero a la hora de enviar sus productos a sus países de origen y ellas, europeas, tengan que pagar un peaje, por cierto, nada barato, de un 23 % para abastecer a su propio mercado. Por eso han decidido reclamar la paternidad al Ejecutivo comunitario y pedir esos cariños que la Comisión dejó de darles en el 2004, cuando incluso retiró las ayudas a la exportación de buques a terceros países.

La prueba de ADN no es necesaria. Basta pasearse por Beiramar para tener constancia de que los rótulos de uno de los márgenes se reproducen en Argentina o Namibia y en el contrario los barcos con banderas de distintos países, pero que en buena parte son los responsables en un 59,3 % de que el puerto de Vigo mueva 900.000 toneladas de pescado al año.

Quejas a la Comisión

De ahí que en la demanda de ver reconocida la nacionalidad europea los armadores hayan pedido el apoyo de Bruselas a través del director general de Asuntos Internacionales y Mercados de la DG Mare, Stefaan Depypere, que ayer participó en la segunda conferencia internacional sobre el futuro de la pesca organizada por la Cooperativa de Armadores de Vigo (ARVI), en esta ocasión centrada en la dimensión exterior de la pesca.

Todo un valiente Depypere. Se convirtió en sparring de la Comisión y aguantó el aluvión de quejas que le lanzaron los asistentes a la conferencia. Eso sí, la contundencia con la que rebatió a José Suero, presidente de Anamar, que el suscrito con Mauritania fue un buen acuerdo, se fue poco a poco atenuando hasta acabar carraspeando, limitándose a decir que no podía hacer más que tomar nota -como es el caso de la petición de que la Comisión apoye el nuevo informe que el Parlamento Europeo va a hacer para encajar en la política pesquera las inversiones europeas en terceros países- para finalizar encogiéndose de hombros ante la pregunta de cuándo va a desaparecer la estabilidad relativa, esa clave de reparto fijada hace 30 años y que tanto ha perjudicado a la flota española.

La flota exige a Bruselas que busque al menos el empate al negociar con Mauritania

Los días 7, 8 y 9 están marcados en rojo en la agenda de Stefaan Depypere. El director de Asuntos Internacionales y Mercados de la DG Mare se desplazará a Nuakchot para intentar alcanzar un acuerdo de pesca con Mauritania. La inminente apertura de esta nueva ronda de negociaciones concitó especial atención en el foro precisamente dedicado a la dimensión exterior de la pesca.

Los armadores quieren volver a Mauritania. Pero quieren hacerlo con unas condiciones técnicas que hagan viable la actividad extractiva y no como en el marco del último protocolo, en el que las limitaciones impuestas mermaban mucho la rentabilidad de la flota. «Tenemos la sensación de que en la negociación del último acuerdo Mauritania ganó por 14 a 0, lo que pedimos ahora es que, por lo menos, la Comisión Europea busque el empate», pidió José Suero, de Anamar. Sobre todo, porque «Mauritania necesita el acuerdo tanto o más que nosotros».

Insistió en la necesidad de mejorar el pacto Juan Martín, gerente de Anacef, que tras la jugarreta de Marruecos, que coló a Bruselas una veda sin justificación científica y ante las escasas posibilidades que ofrece Guinea Bisáu, ve imprescindible que los cefalopoderos regresen a Mauritania, sobre todo porque su flota local no está aprovechando todas las posibilidades que hay de pulpo. Depypere, que negoció el anterior y negociará el siguiente acuerdo, discrepó con la visión de que el que finalizó el año pasado fuese malo. Fue «el que se pudo conseguir». En cuanto a la posibilidad de que la flota cefalopodera regrese al caladero mauritano, el funcionario comunitario señaló que van a trasladar a Nuakchot que, de existir un excedente de cefalópodos, Europa «estaría interesada» en ese sobrante.

Sostenibilidad y cooperación

Depypere es consciente de la importancia que tienen los acuerdos pesqueros para la flota española: «No recuerdo una negociación en la que no estuviese España», dijo. Defendió los 15 pactos de pesca de la UE, que han contribuido a llevar la sostenibilidad allá donde está la flota europea y contribuir al desarrollo de terceros países. Ahora bien, admitió la dificultad para llegar a pactos en el Pacífico y la dura competencia de países como China en la costa de África.