La medida pretende, además de poner en valor el terreno abandonado, agilizar la limpieza de franjas o promover la organización de los futuros polígonos agroforestales
08 jul 2019 . Actualizado a las 15:49 h.Hasta ahora, las parcelas rústicas a las que, tras un proceso de investigación, no se les encontraba dueño conocido, pasaban a manos del Estado. Sin embargo, los servicios jurídicos de la Administración gallega consideran que, en base a su derecho civil, pueden ser propiedad de la comunidad autónoma. Obtenido este respaldo legal, y una vez emitido el dictamen por parte de la Comisión de Dereito Civil, Medio Rural está ultimando el diseño de la que será la Lei de Recuperación e Posta en Valor da Terra Agraria de Galicia, y que convertirán a esta autonomía en la primera que gestionará las parcelas de propietarios desconocidos para cualquier política relacionada con el medio rural.
Hasta ahora, dos autonomías lo habían hecho en concentraciones parcelarias. Pero la Xunta considera que esta es una medida con un amplio abanico de aplicaciones: la primera, y más importante, poner en valor la tierra abandonada para generar riqueza. Pero esto puede servir también para la limpieza de franjas cuando no aparece el dueño o para la organización de los futuros polígonos agroforestales. La nueva norma, ahora en fase de elaboración, será tramitada como una proposición de ley _La Xunta está trabajando de una forma conjunta con el grupo parlamentario popular_ para acortar los plazos y que pueda entrar en vigor a finales de este año o, como muy tarde, a comienzos del que viene. Tal y como se está diseñando, la Xunta asume la gestión de la parcela de propietario desconocido una vez concluido el proceso de investigación. Pero no la titularidad de inicio, porque entonces se trataría de una expropiación. Si el dueño no apareciese en un tiempo, sí pasaría a manos de la Administración autonómica. Este es un período transitorio en cuyo diseño todavía se está trabajando y se halla sin concretar. Pero lo más probable, dada la idiosincrasia del territorio y la diseminación de la propiedad, es que en muchos casos los dueños no aparezcan y sea la Xunta la que se haga con la propiedad.
Medio Rural considera que la futura ley favorecerá a los gallegos identificados como propietarios de suelo rústico porque son precisamente las parcelas de dueño desconocido las que impiden llevar a cabo acciones para poder revalorizarlas. Los arrendamientos de estas propiedades se harían a través del Banco de Terras.