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Galicia lidera un proyecto europeo para mejorar la biodiversidad de los cultivos

somos agro REDACCIÓN

SOSTENIBILIDAD

Álvaro Vaquero

SoildiverAgro, un plan a cinco años en el que participan España, Finlandia, Bélgica, Alemania, Estonia, Dinamarca y República Checa, está coordinado por el investigador David Fernández Calviño. Ayer echó a andar con una primera reunión en Santiago

20 jun 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Mejorar la biodiversidad del suelo implantando nuevas prácticas de gestión de cultivos que mejoren su genética para reducir el uso de fertilizantes, agua, combustible y pesticidas. No resultará fácil cumplir con esa lista de deberes, pero es lo que pretende conseguir el proyecto europeo SoildiverAgro, que durante cinco años y con un presupuesto de 6,9 millones de euros, trabajará en esa línea para cumplir con uno de los grandes objetivos de Bruselas: minimizar el uso de fertilizantes. El trabajo lo desarrollarán un total de 22 socios de España, Finlandia, Bélgica, Alemania, Estonia, Dinamarca, República Checa, liderados por el investigador del área de Edafoloxía e Química Agrícola de la Facultade de Ciencias del campus de Ourense, David Fernández Calviño. Ayer tuvieron su primera reunión de trabajo en Santiago y, más allá de buscar esa biodiversidad, pretenden con ello aumentar la producción y la calidad de los productos del campo.

Durante los años de estudio, como apuntó la Universidade de Vigo en un comunicado, analizarán noventa sistemas agrícolas de nueve regiones europeas, además de diseñar quince estudios de campo repartidos por media docena de las áreas participantes. 

A través de SoildiverAgro, explican desde a la organización, «preténdese avanzar en temas como a mellora da biodiversidade do solo; a redución da incidencia de pragas e enfermidades; os incrementos no crecemento e desenvolvemento das plantas; os incrementos nos rendementos, calidade e valor dos cultivos; a redución de insumos; o aumento da fertilidade do solo; as reducións da contaminación do solo; a redución das emisións de efecto invernadoiro e os incrementos na retención de carbono do solo». De ahí que el proyecto vaya a centrarse en  el uso de prácticas innovadoras de manejo basadas, entre otras cosas, en micorrizas del suelo y bacterias que provocan el crecimiento de las plantas; la utilización apropiada de microorganismos del suelo, la aplicación adecuada de rotación de cultivos, el desarrollo de modelos de alerta de plagas, el uso de cultivos capaces de capturar nutrientes o la utilización de cultivos trampa para frenar plantas.

Pero desde el grupo de trabajo que lidera el estudio advierten que para lograr el objetivo de mejorar esa biodiversidad es necesario implicar a los usuarios finales de productos, «xa que os agricultores non adoptarán sistemas de cultivo e prácticas de manexo que melloren a biodiversidade do solo a menos que se demostre a rendibilidade socioeconómica dunha xestión adecuada desa biodiversidade ». Por eso, el proyecto adoptará «unha estratexia de enfoque multiactor baseada na promoción das interrelacións entre todos os axentes que forman a cadea de valor do sector agrícola». Entre las múltiples organizaciones implicadas en él está, además de las Universidade de Vigo o el Feuga, el Instituto Ourensán de Desenvolvemento Económico (Inorde).