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Consecuencias del «brexit» y de la sequía en el Reino Unido: «El domingo fui a tres supermercados buscando un pimiento y no lo conseguí»

Juan Francisco Alonso LONDRES | E. LA VOZ

AGRICULTURA

La insólita escasez de vegetales  ha empujado  a hogares y restaurantes a realizar ajustes en sus menús debido a una falta de hortalizas que puede prolongarse por un par de semanas

06 mar 2023 . Actualizado a las 15:49 h.

Comer sano nunca ha sido económico, pero en el Reino Unido ni siquiera aquellos con poder adquisitivo pueden hacerlo ahora. ¿La razón? La insólita escasez de productos de la huerta que ha obligado a los supermercados a limitar su venta y que, lejos de resolverse, tiende a agravarse, obligando a las familias y al sector de la restauración a realizar ajustes.  

La firma germana Lidl se convirtió esta semana en la quinta cadena que opera en las islas británicas en restringir a tres el número de piezas de tomate, pepinos, pimientos y puerros que sus clientes pueden adquirir. Una medida similar a la que han adoptado en los últimos días Tesco, Aldi, Morrison's y Asda. Esta medida, en un intento por frenar las compras nerviosas, aunque, hasta ahora, la medida no ha rendido los resultados esperados, a juzgar por lo que comentan los españoles y gallegos en los distintos foros en las redes sociales.  

«En Basingstoke (a casi 90 kilómetros al suroeste de Londres) no hay casi nada en los mercados», comentó Eva Álvarez, quien aseguró que lleva tres semanas sin poder comprar verdura fresca. Un relato similar, aunque menos dramático, narró a La Voz de Galicia Miguel Ángel Lambaz, quien aseguró: «El domingo fui a tres supermercados buscando un pimiento y como no lo conseguí tuve que comprarlo en una tienda por mi barrio, donde me cobraron casi 20% más de lo que cuesta en el supermercado normalmente».

Lambaz, quien es cocinero en un restaurante especializado en gastronomía del Medio Oriente, admitió que la situación no solo está dificultando su dieta personal, sino su trabajo. «En la empresa no nos ha faltado ningún producto, pero nos han pedido ser más cuidadosos al utilizar productos como los tomates para evitar desperdiciarlos. Esto no solo porque haya menos en el mercado, sino porque su precio ha subido», explicó.  

A finales de febrero pizzerías y restaurantes italianos anunciaron que reducirán la cantidad de salsa de tomate que utilizan en sus platos o que, incluso, podrían dejar de ofrecerla, debido a los costes. Una caja de tomates frescos ha pasado de 5 libras (5,66 euros) a 20 (22,64 euros) en los últimos doce meses y la caja de tomates enlatados ha subido de 15 libras (17 euros) a 30 (34), según denunció la Federación de Restaurantes Italianos en Reino Unido (FCIUK, por sus siglas en inglés). 

En el 2022 el Reino Unido ha sido golpeado por una crisis inflacionaria, al igual que el resto del mundo, pero en las islas los precios de los vegetales se dispararon un 12,3% de acuerdo con la Oficina Nacional de Estadística (ONS).  

Distintas explicaciones

 ¿Pero cuál es la razón de esta situación? El brexit es la explicación más obvia para muchos. Sin embargo, las autoridades y los supermercados niegan que el divorcio de la Unión Europea (UE) tenga alguna culpa. «Las difíciles condiciones climáticas en el sur de Europa y el norte de África han interrumpido la cosecha de algunas frutas y verduras, incluidos tomates y pimientos», afirmó a La Voz de Galicia Andrew Opie, director de Alimentos del Consorcio Británico de Comercio (CBR), la patronal a la que están afiliados los supermercados.

 Interrogado sobre el posible impacto del brexit, Opie replicó: «No debería tener ningún papel, porque no hay controles para los alimentos entre la UE y el Reino Unido, el mal clima es la causa». En invierno, el 95% de los tomates que se consumen en Reino Unido provienen del extranjero, en particular de España; mientras que el 90% de las lechugas tienen su origen en Marruecos. Ambos países se han visto afectados por eventos climatológicos que han alterado su producción agrícola.

Otra explicación es que la escasa producción nacional en esta época se ha reducido aún más este año. ¿El motivo? Los altos costas de la energía que hicieron que muchos granjeros desistieran de utilizar sus invernaderos para cosechar algo, reveló la BBC.  

Las alternativas

 La ministra de Ambiente, Therese Coffey, advirtió que el desabastecimiento de frutos de la huerta podría prolongarse por semanas, hasta que los supermercados consigan otros proveedores. Y, por ello, llamó a los británicos a cambiar sus dietas y consumir productos como la chirivía, típica del invierno. 

Pero si lo anterior no fuera suficiente miles de británicos se han lanzado a las jardinerías para adquirir semillas de los productos que hoy escasean. Así lo relevó la Real Sociedad de Horticultura (RHS), la cual ha registrado un aumento del 20% en la venta de semillas para tomates y pepinos, pero también de patatas, coliflor o repollo.  Estos datos parecen indicar que los británicos están siendo previsores para no quedarse sin ensaladas otra vez.