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Toupiña, la primera cerveza ecológica gallega

Rocío Perez Ramos
Rocío Ramos LALÍN / LA VOZ

AGRICULTURA

miguel souto

Carlos Brea la produce en Lagazós (Lalín), en una pequeña fábrica que cultiva sus propios lúpulos

18 jun 2020 . Actualizado a las 15:27 h.

Lalín es una tierra rica y generosa en frutos y cultivos y un lugar de gente emprendedora. Entre ella Carlos Brea, fundador de una empresa que produce una de las cervezas ecológicas de Galicia: Toupiña. Ingeniero agrónomo de carrera y asesor y docente de profesión, Brea cuenta que «o proxecto empezou no 2015. Primeiro eramos nómadas e as primeiras as fixemos noutras empresas pero no 2016 empezamos a deseñar e a construir a fábrica que agora temos en Lagazós (Lalín) e desde ese ano producimos aquí». Dos años después, en el 2018, lanzaron al mercado la primera cerveza ecológica gallega con cereales cultivados en suelo lalinense. En el 2014 ya habían empezado a plantar y producir lúpulo ecológico. «Foi supostamente a primeira plantación de España deste tipo», señala.

En el mercado tienen diferentes variedades. Desde el 2018 fabrican una tirada limitada de 2.500 ejemplares de una Toupiña especial con una botella diferenciada y una etiqueta diseñada, cada vez, por un artista de la zona. La del 2018 fue realizada por Armindo Salgueiro, la del 2019 por Damián Paío y la de este año será de Misha Bies Golas. En estos momentos ultiman la etiqueta y están en el proceso de elección de la botella. Saldrá al mercado en agosto.

Acaban de duplicar la superficie de la fábrica siguiendo el concepto de las Farm Brewery, muy en boga en los años 80 en Estados Unidos. Son, explica Brea, «pequenas fábricas de cervexa que cultivan o seu propio cereal, o seu lúpulo, o transforman e a xente vai a visitala e degustar a cervexa». El estado de alarma les frenó pero ya reciben visitas.

La empresa, que cuenta con Carlos Brea y Elena Díaz como socios, tiene en el mercado cinco variedades. «O nome de cada unha son dos números tal e como nolos decía miña tataravoa, son dunha canción que nos cantaba de pequenos e que coñecemos todos os da casa», afirma. La primera, Une, es una cerveza tostada. La Due, que viene a ser el número 2, es una cerveza con cilantro, comino y cáscara de naranja que le otorga un toque cítrico. Trele, es un tributo a Lalín y a la Feira do Cocido. Una cerveza negra con aromas ahumados que recuerdan «o chourizo e a cacheira». La número 4, Candele, es una cerveza estacional con un toque de arándanos, un fruto que en estos momentos se está empezando a recoger en Cotobade y que dan sabor y un toque rosado a una serie limitada. Sumane es una cerveza de trigo, rubia, muy suave, al estilo de una cerveza clásica alemana «que baixa moi ben e é moi refrescante para o verán», afirma.

Después vendrá Badane, que se está preparando y siguiendo la secuencia de números en el futuro estaría «chin chin e carroupés» por ejemplo, explica Brea.

Esta aventura empresarial se empezó a gestar a raíz de unas jornadas que Brea impartía enseñando a hacer cerveza artesana. «Foi a xente a que empezou a animarme decindo que estaba moi boa e porque non a fabricaba». El nombre de la marca, Toupiña, es un homenaje a «meu tío avó, que aínda que non sabía que era un cultivo ecolóxico nunca utilizou ningún produto químico e ensinoume o respecto polos animais e a natureza». Toupa era su apodo y Toupiña, el nombre cariñoso con el que lo llamaba. Falleció en el 2004 y el proyecto fue un tributo a él. Arrancó en el 2015 con un camino claro: el de crear una cerveza ecológica «porque en Galicia non había ningunha» y encajaba con su filosofía de vida y la idea de «distinguirnos cun selo claro», señala Brea.

Una filosofía que les lleva a colaborar con otras empresas en busca de tener cero residuos. Con los excedentes de levadura de cerveza se fabrica un champú; la malta y la cebada que sobra son para el sector ganadero y para alimentar reses en explotaciones de producción ecológica. Unas colaboraciones que se van ampliando cada año. Para el próximo quieren sacar un helado de cerveza en colaboración con una empresa coruñesa.

Las Toupiña se pueden encontrar en establecimientos hosteleros de Lalín, Vigo, Santiago, Pontevedra, Ourense y Madrid y en tiendas especializadas y Gourmet de toda Galicia. «Estannos tamén chamando de fóra de España pero co covid-19 paralizouse un pouco o tema», explica Brea.