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Las obras nuevas promovidas por la Xunta a partir del año que viene deberán incluir madera estructural

Somos Agro REDACCIÓN

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El objetivo de XERA, que este jueves presentó en el Consello de la Xunta la guía para fomentar la madera en la contratación pública de edificios sostenibles, es que este material alcance un mínimo del 20 %

17 nov 2023 . Actualizado a las 09:52 h.

No es nuevo que el Gobierno gallego se haya marcado como objetivo dar un impulso a la ordenación del monte gallego. Y una fórmula para lograr convencer a sus miles de propietarios es que haciendo una buena planificación de la superficie forestal esta incremente su rentabilidad. Una forma de lograrlo es aprovechar mejor todo el potencial que ofrece el monte. No solo a nivel económico, también medioambiental. Y por ahí van los tiros del objetivo de lograr que un mínimo del 20 % de los nuevos edificios promovidos desde la Xunta usen la madera estructural que se han marcado en la Axencia Galega de la Industria Forestal (XERA), dependiente de la Consellería do Medio Rural. Aunque no ha trascendido la fecha en la que ese porcentaje mínimo será obligatoria, lo que se adelantó este jueves en el Consello de la Xunta es que habrá que incorporarla de modo paulatino a partir del año que viene. De ello se deduce que las obras nuevas promovidas por la Xunta a partir del año que viene deberán incluir madera estructural. Y para animar a los particulares a seguir también esa senda, XERA avanzó que el año que viene habrá un mínimo de dos millones de euros de ayudas para que empresas y particulares también usen la madera. 

Ese es uno de los datos que incluye la guía para fomentar la madera en la contratación pública de edificios sostenibles presentado en le Consello de la Xunta. En la guía explican que entre las ventajes que tiene el uso de madera en construcción. En el campo económico, hay estudios que según la Xunta dicen que las diferencias de coste entre una misma edificación construída en madera y otra en acero-hormigón oscila en hasta un 7% «polo que o coñecemento dos prescriptores e a experiencia dos contratistas no emprego da madeira estrutural é decisivo para favorecer o aforro orzamentario». Además, aluden a otros estudios que concluyen que el coste total del ciclo de vida de edificios en madera es de un 2,4% inferior al de hormigón o que, transcurridos 60 años de vida del inmueble, el valor del construido en madera es un 153% más alto que el de hormigón por la revalorización de sus componentes. «Ademais _añaden_ os prazos de execución da obra redúcense, o que se traduce nunha redución dos custos de construción». Pero entre las ventajas de esta alternativa, según la Xunta, también hay razones técnicas: «As estruturas de madeira, ademais de ter unha durabilidade dos materiais semellante a outros sistemas construtivos, teñen un bo comportamento fronte a unha posible acción extraordinaria de sismo ao ser estruturas máis lixeiras que as doutros materiais. Así mesmo, a madeira ten baixa condutividade térmica o que fai que o interior dos elementos manteña a súa temperatura normal e, por tanto, as súas propiedades mecánicas sigan intactas ao contrario do que ocorre con outros materiais». Las construcciones de madera también ejercen un efecto beneficioso a nivel medioambiental, explica la guía por el prolongado almacenamiento de carbono en los productos hechos con esa materia prima a lo largo de su vida: «Estímase que o uso dun metro cúbico de madeira en substitución doutros materiais de construción reduce as emisións de CO2 á atmosfera unha media de 1,1 a 3,9 toneladas de CO2».

Pero también hay razones sociales: «Demostrouse que a utilización de madeira ten importantes beneficios para o benestar das persoas usuarias, vinculados a un efecto positivo análogo ao que exerce o contacto directo coa natureza. Este feito xera melloras funcionais especialmente relevantes en edificios de carácter sanitario, educativo ou asistencial». Y dicen que cada euro invertido en este tipo de material deja otro tanto en la economía regional o el doble en caso de usar madera local.

La guía fue al Consello el mismo día en el que el conselleiro do Medio Rural supervisaba las obras llevadas a cabo en el Centro de Formación e Experimentación Agroforestal (CFEA) de Sergude donde, por supuesto, también se emplea la madera. En concreto observó como habían quedado las fachadas ventiladas de madera.