Ricky Martin rompe su silencio tras ser denunciado por violencia doméstica

La Voz AGENCIAS / EFE

SOCIEDAD

SEBASTIEN NOGIER | EFE

Por medio de un comunicado compartido en Twitter, el cantante asegura que las acusaciones son «completamente falsas» y que hará frente al proceso con responsabilidad

04 jul 2022 . Actualizado a las 13:10 h.

Tras hacerse pública la denuncia interpuesta contra Ricky Martin por violencia doméstica, el cantante puertorriqueño rompe su silencio para hacer frente a las acusaciones. Por medio de un comunicado compartido a través de sus redes sociales, afirma que la orden de protección en su contra se basa en declaraciones «totalmente falsas» y que, por consiguiente, enfrentará el proceso que corresponda con «la responsabilidad» que le caracteriza. 

Las expresiones del artista llegan un día después de que la Policía de Puerto Rico confirmara que está en proceso de diligenciar una orden de protección emitida contra Martin por una denuncia bajo la Ley 54, que protege a las víctimas de violencia doméstica. Por eso, como escribía el cantante, al tratarse de un «asunto legal en curso», no puede hacer «declaraciones particulares». 

Estas afirmaciones se suman a las ya emitidas por su equipo legal. A través de Perfect Partners, la firma de relaciones públicas del puertorriqueño, recalcaban, al igual que hizo Martin en su comunicado, la falsedad de las declaraciones: «Estamos seguros de que cuando los verdaderos hechos salgan a la luz en este asunto, nuestro cliente, Ricky Martin, será plenamente absuelto», apuntaba el escueto comunicado.

Al tratarse de un caso bajo la Ley para la Prevención con la Violencia Doméstica, la policía de Puerto Rico no ha revelado el nombre del denunciante. De esta forma, su identidad ha sido objeto de numerosas especulaciones. Según el periódico puertorriqueño El Vocero, la orden indica que Ricky Martin y la persona que lo ha denunciado se relacionaron durante siete meses y se separaron hace dos, pero el artista no habría aceptado esta ruptura.

El documento alega que el puertorriqueño llama con frecuencia al demandante y que ha merodeado incluso alrededor de su residencia en al menos tres ocasiones, por lo que «esta persona teme por su seguridad».