Fumar incrementa hasta en cinco veces el riesgo de morir por covid

redacción LA VOZ

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El tabaco eleva en un 80 % el riesgo de hospitalización

28 sep 2021 . Actualizado a las 18:13 h.

A mediados del pasado año, cuando la pandemia de coronavirus pegaba duro, uno de los miles de estudios apresurados que se divulgaron en aquel momento, en el que muchos de los cuales no estaban ni revisados y que ofrecían conclusiones cuando menos precipitadas, se convirtió en viral. La idea era sugerente: fumar podía proteger del covid-19. Pero era falsa.

Todo empezó con un estudio francés, apoyado por otro chino, en el que aseguraba que el número de fumadores hospitalizados de gravedad era muy bajo. Pero, pese a que este atractivo mensaje se difundió como la pólvora entre la sociedad, se trataba en realidad de una prepublicación con conclusiones aventuradas y que tenía entre sus dos autores a investigadores con la industria del tabaco.

La realidad, sin embargo, es muy distinta y los estudios posteriores fueron resaltando lo que parecía obvio: el tabaco es un factor de riesgo para los enfermos de coronavirus. Esta peligrosa relación ha quedado ahora demostrada en una nueva investigación, que utiliza los datos del Biobanco de Reino Unido, en la que se analiza el efecto causal de fumar sobre el riesgo de covid-19 grave. Los resultados, publicados en la revista Thorax, indican que resulta muy probable que este hábito empeore la gravedad y el riesgo de morir a causa de la infección.

«Nuestro estudio es el primero que combina dos enfoques de análisis diferentes en el mismo conjunto de datos de gran tamaño: uno utiliza técnicas de epidemiología observacional y otro, denominado aleatorización mendeliana, usa datos genéticos y puede respaldar que las asociaciones observadas pueden ser causales», según ha explica a la agencia de noticias científicas SINC Ashley Clift, primer autor e investigador de la Universidad de Oxford. «Encontramos una relación clara y consistente entre tabaquismo y riesgo de coronavirus grave utilizando ambos modelos», subraya.

Para buscar una posible asociación entre tabaquismo y gravedad de la infección, se basaron en los registros de atención primaria, los resultados de las pruebas de covid-19, los datos de ingresos hospitalarios y los certificados de defunción de enero a agosto de 2020 en 421.469 personas voluntarias del biobanco, a los que se les había analizado su composición genética cuando aceptaron participar.

Durante el período de estudio, 13.446 (3,2 %) personas se sometieron a una prueba de covid-19 con hisopo (PCR), de las cuales 1.649 (0,4 %) dieron positivo; 968 (0,2 %) requirieron ingreso hospitalario; y 444 (0,1 %) murieron como consecuencia de su infección. La mayoría (59 %) de los participantes no había fumado nunca; más de un tercio (37 %) eran exfumadores; y solo el 4 % eran fumadores en la actualidad. Entre estos últimos, la mayoría (71 %) consumía entre 1 y 19 cigarrillos/día y solo el 29 % eran fumadores empedernidos (20 +/día).

«Los análisis observacionales encontraron que los fumadores tenían un 80 % más de riesgo de ser hospitalizados, y casi 5 veces más de riesgo de morir por la enfermedad, en comparación con las personas que nunca han fumado», apunta Clift.

Además, el equipo utilizó la aleatorización mendeliana para evaluar si una predisposición genética al tabaquismo y al consumo excesivo de tabaco podría tener un papel en la gravedad de la enfermedad en 281.105 de los participantes originales que vivían en Inglaterra. Esto reveló que la predisposición genética al tabaquismo se asociaba a un riesgo 45 % mayor de infección y a un riesgo 60 % mayor de ingreso hospitalario por covid-19. Y demostró que una predisposición genética a fumar más intensamente se asociaba con un riesgo de infección de más del doble; un riesgo de ingreso hospitalario de 5 veces; y un riesgo de muerte por el virus de 10 veces.

Limitaciones del estudio

Los autores admiten que esta investigación cuenta con algunas limitaciones. Por ejemplo, durante el período de estudio las pruebas de covid se concentraron en los pacientes hospitalizados. «Además, el conjunto de datos utilizados para los análisis observacionales (biobanco) contiene personas que tienden a ser más ‘sanas' que la población general; y todas son de mediana o avanzada edad», reconoce el especialista.

«Aunque eso puede afectar a la hora de extrapolar los resultados observacionales a la población general, este es un problema menor para los análisis genéticos», continúa Clift. Así, los científicos insisten en la similitud de los hallazgos en ambos conjuntos de análisis. «La congruencia de los análisis observacionales que indican asociaciones con conductas de tabaquismo recientes y los análisis [de aleatorización mendeliana] que apuntan una relación entre la predisposición a fumar a lo largo de la vida y su intensidad apoyan un efecto causal de este hábito en la gravedad de la enfermedad», opinan.

Una idea improbable

En un editorial vinculado, Anthony Laverty y Christopher Millet, del Imperial College de Londres, afirman cómo la idea de que el tabaquismo pueda proteger contra la covid-19 siempre fue improbable. Es más, sostienen que «una pandemia respiratoria debería ser el momento ideal para centrar las mentes colectivas en el control del tabaco».

Por su parte, Clift tiene un mensaje claro para los fumadores. «El tabaquismo está relacionado con el riesgo de padecer covid grave. Al igual que afecta al riesgo de padecer enfermedades cardíacas, diferentes tipos de cáncer y otras afecciones, parece que ocurre lo mismo con el coronavirus». «Nuestros resultados ayudan a informar sobre los beneficios de dejar de fumar durante la pandemia. Ahora puede ser un momento tan bueno como cualquier otro para abandonar el consumo de cigarrillos», concluye.