Melide se suma al nivel máximo y Santiago, Vigo y Pontevedra pasan al medio-bajo

Tamara Montero
tamara montero SANTIAGO / LA VOZ

SOCIEDAD

CATUXA PRIETO

Las consecuencias de las fiestas de Santa María y San Roque también elevan las restricciones en los concellos afectados por los focos de transmisión

31 ago 2021 . Actualizado a las 21:20 h.

Tres concellos, los tres con importantes brotes que se originaron a raíz de las fiestas de Santa María y San Roque, estarán este fin de semana en el nivel máximo de restricciones para contener el avance de la transmisión. A los municipios de Ordes y Monforte se sumará este fin de semana Melide, un concello cuya incidencia a siete días está por encima de los 980 casos e indica que la situación está lejos de resolverse.

El comité había decidido la semana pasada dejarlo en nivel alto porque en principio parecía suficiente para contener el brote. Sin embargo, los contagios de coronavirus a raíz de las fiestas de San Roque han irradiado a concellos cercanos, que también subirán de nivel.

De hecho, el sábado, cuando entran en vigor las decisiones del comité clínico sobre el mapa de restricciones, el 4,1 % de la población estará en nivel alto. Son en total 21 municipios, de los que casi la mitad (diez) serán nuevos: A Pobra de Trives, Agolada, Antas de Ulla, Arzúa, Curtis, Lalín, Monterroso, O Pino, Palas de Rei y Vilalba, que se suman a Trazo, Cee, Cerceda, Muxía, A Pastoriza, Castro de Rei, Meira, O Saviñao, Viana do Bolo, Ares y A Cañiza.

Mientras el comité intenta contener el avance del covid-19 en áreas como las de Ordes, Monforte, Viana, Meira y Melide, la desescalada avanza en las siete ciudades. Tres de ellas pasarán este fin de semana a nivel medio-bajo de restricciones, el más suave de los que en este momento operan en Galicia: Santiago, Vigo y Pontevedra bajarán de nivel para sumarse  a otros 245 municipios, que suman en total de 60 % de la población de Galicia.

Las otras cuatro ciudades (A Coruña, Ferrol, Lugo y Ourense) seguirán en nivel medio una semana más para consolidar tendencias. Esta semana pasada preocupaba la incidencia en Lugo, en medio de dos de los grandes focos de transmisión consecuencia del puente de agosto y en Ourense imperaba la prudencia porque una vez la transmisión asciende es complicado conseguir revertir la tendencia.

En total, serán 41 concellos los que estarán en nivel medio, es decir, alrededor del 33 % de la población de Galicia. Ascienden desde el medio-bajo Aranga, Baralla, Boimorto, Cospeito, Frades, Muros, Noia, Santiso, Taboada y Tordoia y bajan desde el nivel alto A Rúa, Betanzos, Camariñas, Fisterra, Nigrán y O Barco de Valdeorras. Seguirán en este nivel Arteixo, Cabana de Bergantiños, Carballo, Corcubión, Malpica, Oleiros, Oza-Cesuras, Ponteceso, Zas, Santa Comba, Silleda, Chantada, Outeiro de Rei, Verín, Bueu, Poio, Sanxenxo, Gondomar, Pazos de Borbén, Ponteareas y Redondela.

El comité clínico tenía además otro gran asunto sobre la mesa, que era la posibilidad de aprobar un nuevo protocolo para la hostelería para que el sector, uno de los más castigados por la pandemia, pudiese mantener la actividad en condiciones de seguridad sin depender tanto de la situación epidemiológica de cada concello.

Aunque en principio la Xunta y los representantes de la hostelería iban a encontrarse antes de la reunión del comité clínico, finalmente el encuentro se ha retrasado a primer ahora de este miércoles. Uno de los puntos de fricción es el de la distancia entre mesas, que según los hosteleros entra en colisión con un incremento de los aforos.

El otro gran tema es la posibilidad de recuperar el servicio en la barra de manera individual, una cuestión que en un principio fue rechazada por el conselleiro de Sanidade pero que luego sí entró en el debate, hasta el punto de que el vicepresidente Alfonso Rueda afirmó que era probable que se retomase la actividad en las barras,clausuradas desde el inicio de la pandemia por su alta rotación de personas y la dificultad para mantener la distancia entre personas.

El inicio del curso escolar es otro de los temas que estos días han requerido la atención de las autoridades sanitarias y algún miembro del comité adelantó antes de la reunión la petición de que los menores de 12 años no acudan a actividades más allá de las lectivas y las extraescolares que tienen protocolos de seguridad para evitar el contagio de coronavirus, ya que son el único grupo que queda sin vacunar.

Varios expertos ya han mostrado su preocupación por la posibilidad de que el inicio de la actividad escolar suponga la llegada de una sexta ola pandémica centrada en la población infantil, para la que todavía no hay una vacuna aprobada que se les pueda administrar.