Aplazada como mínimo un año la candidatura de la Ribeira Sacra a patrimonio de la humanidad

Carlos Cortés
Carlos Cortés MONFORTE / LA VOZ

SOCIEDAD

La directora xeral de Patrimonio, María Carmen Martínez Insua, el conselleiro de Cultura, Román Rodríguez, y el embajador de España ante la Unesco, Andrés Perelló, este jueves en París
La directora xeral de Patrimonio, María Carmen Martínez Insua, el conselleiro de Cultura, Román Rodríguez, y el embajador de España ante la Unesco, Andrés Perelló, este jueves en París CEDIDA

La Xunta y el Gobierno español deciden no someterla a votación en la reunión que la Unesco mantendrá en julio

03 jun 2021 . Actualizado a las 19:44 h.

La Ribeira Sacra no va a ser declarada este año patrimonio de la humanidad. La Xunta y el Gobierno central acaban de acordar que no presentarán la candidatura de este territorio ante la Unesco en la reunión que este organismo internacional mantendrá en China a mediados de julio. Esto no supone que se abandone el proyecto, sino solo que se aplaza. La razón parece estar en algunas carencias técnicas que especialistas vinculados con la Unesco han detectado en aspectos concretos de la documentación que respalda esta candidatura.

El aplazamiento fue anunciado a última hora de la mañana de este jueves por la Consellería de Cultura. Una delegación de este departamento de la Xunta, con el conselleiro Román Rodríguez a la cabeza, había mantenido previamente una reunión en París con el embajador de España ante la Unesco, Juan Andrés Perelló, en la que fueron informados del informe que el comité evaluador de la Unesco acaba de elaborar sobre la candidatura de la Ribeira Sacra. Ese informe pone el acento en algunos aspectos mejorables de la documentación que sustenta la candidatura.

Según el conselleiro Román Rodríguez, los autores de este informe previo a la reunión de julio en China propone, en concreto, ajustes en la parte de la documentación que describe la incidencia de las centrales hidroeléctricas construidas en los años 50 y 60 en el Sil y el Miño y en la descripción de los procesos de desacralización del territorio de la Ribeira Sacra tras la desamortización eclesiástica del siglo XIX, que provocó el cierre y el paso a manos privadas de algunos monasterios.

Tanto Román Rodríguez como Juan Andrés Perelló insisten en quitarle dramatismo a esta decisión. Los dos sostienen que se trata de ser prudentes y en vez de seguir adelante con la presentación de la candidatura, hacer un alto para reforzarla. "La Ribeira Sacra y el trabajo que hay detrás de esta candidatura -dice el embajador español ante la Unesco- merecen no ir deprisa, sino reabrir el diálogo ante el órgano consultivo de la Unesco y defender aquellos aspectos que pueden estar confusos y que a nuestro juicio no han sido apropiadamente valorados". Por su parte, el conselleiro cree que hai que ver en este aplazamiento “unha oportunidade para fortalecer e seguir mellorando aspectos que permitan acreditar con toda a forza os valores excepcionais da Ribeira Sacra”

La Unesco vota la admisión de nuevos elementos a la lista de patrimonio de la humanidad una vez al año, así que este aplazamiento supone que la Ribeira Sacra tendrá que esperar como mínimo hasta el 2022 para volverlo a intentar.