«La hora de la naturaleza»: claves para sobrevivir al colapso ecológico

Xavier Fonseca Blanco
xavier fonseca REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

La serie de la BBC explica nuestra dependencia de la biodiversidad

12 ene 2021 . Actualizado a las 11:21 h.

«Cuánto más sabemos sobre ella, más conscientes somos de lo importante que es». Así arranca La hora de la naturaleza, la nueva serie documental de la BBC, disponible en Movistar +, que en tres capítulos (Despertar, Entendimiento y Cambio) explica hasta que punto el homo sapiens depende del mundo natural. Para contar esta historia tan antigua como el propio ser humano, se describen una serie de casos sorprendentes que ponen de manifiesto el asombroso vínculo que existe con la naturaleza. Tras el visionado uno puede extraer una lección muy valiosa para estos tiempos de colapso ecológico. La solución para que la civilización sobreviva pasa por dejar respirar a la naturaleza, porque tiene una increíble capacidad para recuperarse por sí sola cuando se le ofrece la oportunidad. El caso de los corales y las bombas atómicas muestra ese poder de regeneración.

Entre 1946 y 1958 Estados Unidos detonó 23 artefactos nucleares en el atolón Bikini, un sistema de 23 pequeñas islas coralinas en el Pacífico. 60 años después una expedición científica regresó al lugar para averiguar si algún ser vivo había sobrevivido a los efectos de directos e indirectos de las explosiones. «Cuando hicimos la primera inmersión había una gran expectación porque no sabíamos qué nos podríamos encontrar tras la aniquilación total que se produjo», explica la doctora Zoe Richard, de la Universidad de Penn (Australia). «Pensé que me encontraría con una especie de paisaje lunar, pero me quedé atónita con lo que descubría. Había corales y peces y todo lo que uno podría encontrar en un sistema de corales sano. Es increíble observar esta recuperación en solo 50 años», relata.

Los salmones de Washington

Otra historia extraordinaria nos traslada a la costa noroeste de Estados Unidos. En sus aguas vive el grupo de orcas más estudiadas de todo el planeta. En el 2018, el mundo entero se estremeció viendo como una madre portaba el cadáver su cría durante 17 días. Hoy la conocen como la «orca en duelo». Los investigadores descubrieron que el 70 % de las hembras de la comunidad estaban sufriendo abortos.

El minucioso trabajo de investigación reveló que el problema de las orcas se encontraba en su alimentación: salmón real. La población de esta especie se ha reducido drásticamente en la zona durante el último siglo. Los salmones ocupan su vida en mar abierto, pero regresan a los ríos donde nacieron para desovar. Uno de ellos es el Elwha, en el estado de Washington, que en su recorrido hacia el océano Pacífico atraviesa el Parque Nacional Olympic.

Hace cien años se instalaron dos presas hidroeléctricas que abrieron una barrera artificial para los salmones. De pronto ya no podían remontar el río, peligrando tanto la supervivencia como la reproducción de la especie. Las poblaciones locales empezaron una lucha que se prolongó durante tres décadas para eliminar las presas, algo que se materializó en el 2014. El Elwha fluía libre otra vez y sus habitantes más importantes, los salmones, podían regresar a casa. Claro que el regreso no estaba garantizado después de tantos años. Sin embargo, tal y como explican los investigadores en la serie la población se está recuperando poco a poco. Pero lo realmente increíble de la historia de estos peces es el impacto que tiene su presencia en todo el ecosistema de alrededor. Los salmones incorporan al río nutrientes que traen del océano y que sirven de alimento para un gran número de animales más grandes que viven en los bosques que bañan el río como, por ejemplo, los osos. Además, cuando sus restos se descomponen aportan nitrógeno y fósforo el suelo y ayuda a que los arboles crezcan mucho más rápido. En definitiva, los salmones sustentan todo un ecosistema río arriba y alimentan a las orcas cuando llegan al mar. Así funciona la naturaleza. Esta nueva obra maestra de la BBC es una gran oportunidad para verla en acción.