La Audiencia en Vigo busca la fórmula para acomodar al tribunal popular del parricidio de Sárdoma y evitar que se contagie de coronavirus en el juicio o al deliberar
19 ago 2020 . Actualizado a las 19:19 h.La quinta sección de la Audiencia de Pontevedra, con sede en Vigo, está buscando una fórmula para acomodar a los once miembros del jurado (nueve titulares y dos suplentes) que deberán leer el veredicto del crimen de Sárdoma con el fin de evitar contagios de coronavirus.
El supuesto parricida se sentará en el banquillo en octubre y la Audiencia ya ha seleccionado a 30 candidatos para el tribunal popular y gestionado las excusas por salud que presentaron otros. Actualmente, les ha enviado el cuestionario de idoneidad de cara a elegir a once el día que comience el juicio.
La sala de audiencias que acogerá el juicio, que durará una semana, es la que tiene mayor capacidad en Vigo. Sin embargo, la superficie podría quedarse corta porque los miembros del jurado deberán sentarse distanciados entre sí por metro y medio como medida de seguridad para evitar contagios por covid-19. La Audiencia ya se ha percatado del problema de apelotonar a once personas en un pequeño espacio y, en septiembre, consultará a instancias superiores cuáles deben ser las medidas a adoptar.
La misma solución deberá buscarse para otro juicio con jurado que se celebrará en noviembre contra un jefe técnico del Concello de Vigo y un constructor como supuestos autores de un delito de cohecho (soborno). Es una pieza separada de la operación Patos. Al parecer, el empresario sufragaba las citas en un club del funcionario como pago por favores en contratas públicas. La Audiencia ya está poniendo en marcha el sorteo de los candidatos para integrar el tribunal popular. El ordenador seleccionará al azar los nombres en una lista de censados en toda la provincia de Pontevedra. Los mayores de 65 podrán excusarse.
El último juicio por jurado se remonta a diciembre, cuando nueve ciudadanos declararon culpable al joven sospechoso del asesinato de Ana Enjamio. Los miembros del tribunal popular se sentaron juntos en dos filas de pupitres en el estrado y tomaron notas antes de deliberar en una sala. Para cumplir la normativa anticovid, tendrían que añadirse seis mesas más con sus sillas, repartidas en dos filas.