«Es un placer volver a tocar juntos»

SOCIEDAD

Los músicos de la Sinfónica de Galicia en ensayos en el Palacio de Ópera
Los músicos de la Sinfónica de Galicia en ensayos en el Palacio de Ópera Eduardo Pérez

La Sinfónica de Galicia retoma los ensayos para ofrecer nueve programas sin público en su regreso al escenario

31 may 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

«Cuando entré en el auditorio, por primera vez después de dos meses, la verdad es que me emocioné». Florian Vlashi (Durres, Albania, 1963) es uno de los fundadores de la Orquesta Sinfónica de Galicia. Uno de los músicos que ha acompañado a la formación gallega desde sus primeros pasos en 1992. «No estuve en el primer concierto por algo del contrato, pero llevo desde el segundo con la orquesta», sonríe el violinista.

La pandemia del coronavirus y el consiguiente confinamiento han impedido que durante más de dos meses los maestros de la orquesta con sede en el Palacio de Ópera de A Coruña pudiesen reunirse para tocar. «Para nosotros es esencial, absolutamente, porque nuestro trabajo consiste en hacer música juntos», apunta este coruñés de Albania.

Una de las estampas de la cuarentena en la ciudad fue precisamente la de los músicos de la OSG asomados a ventanas y balcones con sus instrumentos improvisando recitales para sus vecinos.

La Sinfónica baja ahora de las azoteas para regresar a su casa, el auditorio del Palacio de la Ópera, donde los profesores han retomado sus ensayos con las indispensables medidas de seguridad. Las partituras han vuelto a los atriles. Preparan en pequeños grupos los conciertos de cámara con los que volverán al escenario. Serán nueve programas, que interpretarán en el Teatro Colón entre el 3 y el 19 de junio. No habrá público en las butacas, pero la cita (como es costumbre, a las ocho de la tarde) se ofrecerá en abierto a través del canal de YouTube de la orquesta, que suma 85.000 suscriptores.

«Es todo muy extraño, tocar en un teatro vacío, sin poder sentir a nuestros abonados, pero hay que adaptarse», asume Vlashi, que ensaya piezas de Ritter y Devienne para el concierto del 4 de junio. Le acompañarán sobre las tablas del Colón Ruslana Prokopenko (violonchelo), Raymond Arteaga (viola) y Steve Harriswangler (fagot).

Homenaje a Julio Andrade

«Son dos obras brillantísimas, queríamos interpretar algo que transmitiese energía positiva, por nosotros y por nuestro público», apostilla Vlashi. El programa será un pequeño homenaje al recientemente fallecido Julio Andrade. El covid-19 se ha llevado al sabio crítico musical y compositor, uno de los fieles de la temporada de la Sinfónica, y los músicos quieren dedicarle unas piezas elegidas expresamente para él. «No queríamos nada fúnebre, sino algo lleno de luz, como era Andrade», recalca.

La mascarilla no se lleva bien con el fagot y los instrumentos de cuerda no se entienden con los guantes. «Cuando cojo el violín, me los quito, es imposible tocar con guantes», aclara el músico. Sí guardan la distancia reglamentaria. «Necesitamos estar mucho más cerca, los dos metros lo complican un poco, pero hay que cumplir», detalla el violinista, que echa de menos uno de los rituales de la Sinfónica:

—No podemos abrazarnos cuando acabamos de tocar como solemos hacer. Por ahora, nada de abrazos. Ni con guantes, ni con mascarillas, ni nada...

Se han mantenido en contacto durante todo este tiempo gracias a la tecnología, e incluso han participado en algunas experiencias conjuntas, tocando cada uno desde su salón y conectándose a través de Internet con sus compañeros y su público. Así nació su emocionante versión on line del Nimrod de Elgar, que el 26 de marzo, cuando el virus jugaba a la ruleta con los nuestros, encendió una luz diminuta en medio de la hecatombe.

Pero nada como volver a verse cara a cara para dar vida a una partitura. Pese a las restricciones, la sensación es positiva. Los engranajes empiezan a funcionar. «Es un placer enorme estar juntos, hacer música juntos», remata Vlashi.