La industria y la construcción en la ciudad se reactivan, pero a medio gas

Elena Silveira
Elena Silveira A CORUÑA

SOCIEDAD

MARCOS MÍGUEZ

Las empresas temen que haya dificultades en los suministros y atrasen los plazos

07 dic 2020 . Actualizado a las 17:35 h.

La ciudad amaneció ayer con algo más de ruido. Con más coches, gente en la calle, trabajadores... Pero lejos de una recuperación total de la actividad, ya que continúa vigente el estado de alarma y tan solo algunos ciudadanos pudieron volver a sus puestos de trabajo habituales. Quizás lo más evidente en la calle ha sido la reanudación de las obras públicas y parte del sector de la construcción. En este sentido, Fernando Martínez, jefe del servicio de Infraestructuras de Ayuntamiento de A Coruña, confirmó que buena parte de los proyectos que estaban en marcha se han podido retomar. «Evidentemente el ritmo no es el de antes, es más lento, y uno de los problemas es que llegue el material o los suministros que se necesitan para continuar los trabajos, como plaquetas, el hormigón...», dice.

Explica también que estas dos últimas semanas de parón supondrán un retraso en los plazos previstos. Calcula que con todos estos inconvenientes, por ejemplo, podría estar terminada la reforma urbana del entorno donde antes estaba el viaducto de la ronda de Nelle. «Es aventurarme mucho, pero esa ya sería una previsión optimista», comenta.

Suministro de material

En este sentido, Alberto Ramallal, responsable de esta obra que ejecuta Arias Infraestructuras, indica que es complicado obtener una garantía en el suministro del material, «porque no sabes la productividad que están teniendo las fábricas y las complicaciones que pueden surgir en el transporte pero, en principio, hay stock suficiente», indica. Comenta también que hay cierta incertidumbre sobre cómo evolucionará la situación. «Estamos pendientes del día a día, de las decisiones que toma el Gobierno. Hemos tenido que replanificar todo desde el estado de alarma, pero dentro de lo malo esto nos ha coincidido en el mejor momento, puesto que ya habíamos concluido el grueso de la demolición. Hubiera sido más difícil parar antes, cuando teníamos el vallado instalado, las máquinas de demolición aquí y con todas las molestias a los vecinos», añade.

Desde el departamento de Infraestructuras indican que todas las obras públicas municipales se han adaptado a las condiciones que exige el estado de alarma y en la mayor parte de los casos las empresas implantaron la jornada continua para que los trabajadores no coman juntos, y con horarios que eviten la concentración de trabajadores y se mantengan las distancias de seguridad.

También la Xunta anunció ayer el listado de obras que vuelven a reactivarse, como es el caso de la vía Ártabra, la rehabilitación del edificio de Gregorio Hernández destinado a sede del 061, el plan de seguridad viaria en Bergondo o el acceso al parque de actividades económicas en Arteixo. Entre las grandes empresas que han vuelto a abrir sus puertas también está Alcoa, aunque tal y como precisa el presidente del comité de empresa, Juan Carlos López Corbacho, lo ha hecho con solo el 15 % de la plantilla (hay 322 empleados) en planta y con varios turnos para evitar contactos. 

MARCOS MÍGUEZ

Polígonos con escasa actividad

El gerente del polígono de Pocomaco, Alfredo Candales, confirmó que esta zona empresarial arrancó de nuevo a medio gas. «Muchas empresas ya no abren porque siguen con los ERTE y los mayoristas no reciben pedidos... La cadena económica está rota. Realmente hay poca actividad, mucho menos que un sábado por la tarde, y dando un paseo en coche por el polígono uno ya se da cuenta de la situación». Añade que desde hace más de 15 días no hay coches ni incidencias. «A ver si a finales de semana o principios de la que viene se nota algún cambio», indicó

Teresa Firvida, gerente de la asociación empresarial del polígono de A Grela puntualiza que el hecho de que las empresas vuelvan a abrir sus persianas no es lo mismo que estar trabajando. «El problema es que muchas abren para atender un porcentaje muy pequeño de su actividad, porque algunas están ocho horas trabajando, pero para uno o dos pedidos de mercancía. Es decir, ya no es una cuestión de que dejen trabajar sino de que no hay movimiento». Indica también que la última excepción publicada en el BOE ha dejado a muchas empresas del sector de la construcción en una situación comprometida: «Lo tenían todo preparado para empezar este lunes con obras, por ejemplo, en viviendas de edificios, pero ya no pueden... Quizás habría que esforzarse en garantizar que todos pudiéramos trabajar y salir a la calle protegidos y comenzar a reactivar así la economía», reflexiona. 

Ignacio Suárez acude a A Coruña desde Carballo para construir viviendas en la zona de la Gaiteira, después de las dos semanas de parón en el sector debido al COVID-19.
Ignacio Suárez acude a A Coruña desde Carballo para construir viviendas en la zona de la Gaiteira, después de las dos semanas de parón en el sector debido al COVID-19. Elena Silveira

Un sector con efecto arrastre

Juan José Yáñez, secretario de Aproinco, recordó que la última gran crisis en el sector de la construcción provocó más de dos millones de parados, por lo que apunta a la necesidad de que se normalice la situación cuanto antes, teniendo en cuenta que la construcción ejerce un efecto arrastre muy intenso de otros sectores, como restauración, bancos, notarías, transporte, oficinas técnicas... Espera que estos últimos días de parón se recuperen pronto «porque tenemos plazos que cumplir» y se haga cumpliendo los planes de seguridad y salud, incidiendo en este último punto.