Teresa Romero: «De situaciones límite puedes salir reforzado, hacerte más fuerte»

Lorena García Calvo
lorena garcía calvo LUGO / LA VOZ

SOCIEDAD

Teresa Romero, luego de recibir el alta tras infectarse con el virus del ébola
Teresa Romero, luego de recibir el alta tras infectarse con el virus del ébola BENITO ORDOÑEZ

La auxiliar, que vive en Madrid, había sobrellevado su aislamiento echando mano de libros y revistas

24 mar 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

En la madrugada del 7 de octubre del año 2014, la auxiliar de enfermería Teresa Romero, con raíces en Becerreá, ingresó en el hospital madrileño Carlos III. En ese mismo centro, en el que trabajaba, semanas antes había atendido a misioneros españoles repatriados desde África infectados por el virus del ébola. Ella se contagió de la enfermedad y durante varias semanas luchó sin descanso por su vida. Salió adelante tras un confinamiento de un mes. Ahora, desde el mismo hospital, pero en un puesto en el que no atiende directamente a pacientes, recuerda cómo fue su cuarentena y cuenta cómo vive día a día la realidad del coronavirus.

-¿Cómo está llevando esta crisis sanitaria?

-Llevo 20 años trabajando en la sanidad pública y no he visto cosa igual. Es algo sin precedentes.

-Usted sabe lo que es enfrentarse a un virus letal.

-Entré en el hospital el 7 de octubre del 2014 de madrugada y salí de aislamiento el 1 de noviembre. A lo largo de esa etapa el estado de ánimo es muy malo. Porque además de la enfermedad y el agobio propio que supone, estuvo el asesinato de Excálibur [su perro, sacrificado], que fue lo que más me afectó. Recuerdo que no había momentos agradables, pero eso ya fue hace seis años y está superado.

-¿Qué recuerda de su cuarentena?

-La pasé bien. No pude estar mejor atendida. Para mí pasar la enfermedad con mis compañeros fue algo extraordinario. Cuando ya me puse bien y pude empezar a hacer cositas, recuerdo que me centré en la lectura. Pasé la cuarentena con la compañía de un libro y de revistas. Solo veía la tele media hora por la tarde porque me obsesionaba más.

-¿Uno se repone de situaciones límite como esa?

-Es posible, sí. La manera que he tenido de gestionarla ha sido con profesionales, con un psicólogo y psiquiatras. Y, poco a poco, con la terapia adecuada, se puede ir saliendo, pero es verdad que te marca muchísimo. Primero es el contagio, luego la cuarentena y, después, recuperarse de las secuelas. No se resuelve en una semana, un mes o un año, pero se sale, e incluso puedes salir reforzado, hacerte más fuerte, ver la vida desde otra perspectiva. Según las vivencias de una persona, así se sale. Es cierto que mi patrón no se puede aplicar a todos los casos que ahora están en cuarentena.

-Vivió en primera persona una infección por ébola y una cuarentena, y ahora, como el resto de españoles, un estado de alarma y lo que conlleva.

-Son circunstancias diferentes que me han tocado vivir por mi trabajo y la situación. Sigo yendo a trabajar y lo estoy llevando como puedo, como todos. Unos días más tranquila y otros más estresada. Tampoco sé cómo lo está llevando el resto del mundo porque tampoco me relaciono con nadie, todo por teléfono, como toda la gente. Y mi entorno, igual. Un rato más contentos, otros más tristes, y otros más alerta.

-¿Qué recomendaría a la gente que está afectada por el COVID-19, y a la que está confinada en sus hogares?

-Hay que ir pensando día a día, no se puede pensar en plazos de más de dos días. Y mucho ánimo para todo el mundo. Mando un abrazo muy fuerte para toda la gente de Galicia. Espero que nos podamos ver pronto.