«Estamos haciendo historia en cómo proteger a los vulnerables»

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Arranca el plan sanitario de acogida habilitado en Riazor con casi 30 sintecho alojados

02 abr 2020 . Actualizado a las 17:37 h.

Ofrecer la atención sanitaria y humana que precisa uno de los colectivos más expuestos al COVID-19: las personas sin hogar. Con esta premisa, el gobierno local abrió ayer el centro de acogida en el Palacio de los Deportes de Riazor, en el que ya han pasado la noche cerca de 30 personas que viven en la calle en la ciudad herculina. «Las personas sin techo suponen un colectivo especialmente vulnerable a padecer enfermedades infecciosas. Además, debido a sus posibles pluripatologías, se prevé que en caso de padecer el COVID-19 este pueda tener peor pronóstico», explicó Belén Iglesias, doctora en la Casa del Mar y profesional elegida por la Xerencia Integrada de A Coruña para diseñar el Plan Coruña sen teito Covid-19 con soporte sanitario (CSTCS). Relata que con esta iniciativa «estamos haciendo historia en cómo proteger a los vulnerables porque no hay nada hecho para el personal de albergue», y añade que se fue de su primer día «cansada pero muy satisfecha con el trabajo desempeñado». Como recompensa recibió, ella y el resto del personal sanitario desplazado, un contundente aplauso de todos los trabajadores que prestarán servicio en este centro.

Iglesias fue la encargada de realizarles el triaje y de comprobar que ninguno presentase síntomas de ser un posible positivo por coronavirus. No estuvo sola, la acompañaban una doctora de la medicalizada y un médico residente que se ofreció voluntario y del que está «muy orgullosa por cómo desempeñó sus funciones». Entre las pruebas que les realizaron constaba un formulario elaborado en base a la Asociación Gallega de medicina de familia y adaptado a este colectivo.

También alabó el duro trabajo de todo el personal municipal y el resto de profesionales que se encargaron de habilitar las instalaciones deportivas y de ofrecer a partir de ahora la atención humana: «Los veías agotados después de trabajar para montar un espacio lo más digno posible para estas personas. En cualquier momento de nuestras vidas podemos estar en su situación».

Resaltó la importancia de este proyecto humano como un paso más para vencer al coronavirus y evitar que el número de personas afectadas aumente día a día. «Van a tener más herramientas para poder superar esta enfermedad, porque en la calle es muy complicado hacerle frente sin medidas de higiene, sin comida y con desnutrición».

Iglesias destacó que se trata de una pandemia mundial que «depende mucho de la sociedad. El simple hecho de tener agua y jabón, que parece una tontería, hace que puedas dejar el virus fuera. Algo que es muy sencillo, pero para eso la persona tiene que tener agua y jabón».

El gobierno local contrató a 26 personas más para realizar el servicio

Para el correcto desarrollo de este nuevo servicio, impulsado por la concejalía de Benestar Social y con la colaboración de la concejalía de Deportes, estará supervisado por técnicos municipales, personal del Sergas, Protección Civil, Cruz Roja y Policía Local. Además, la concejala de Benestar Social, Yoya Neira, señaló que «se ha efectuado una contratación de 26 personas a mayores de los empleados que ya teníamos y que trabajan en el servicio de calle». A todos ellos también hay que sumar las personas encargadas de las comidas y de la limpieza.

Fuentes municipales estiman que el coste de este dispositivo de ayuda a las personas vulnerables rondará los 35.000 euros a la semana.

Neira quiso incidir en que este colectivo ,«en muchas ocasiones, cuenta con una salud más frágil al ser personas que viven en la calle y por lo tanto están más expuestas que cualquier otra a contraer esta enfermedad». Añadió que la iniciativa busca dar una respuesta «en caso de que tuviesen síntomas de poder ser positivo por coronavirusy poder actuar antes de que sea tarde, con el trato y el tratamiento que tiene que tener cualquier persona».

Desde la concejalía informan que, una vez pasen el triaje, las personas recibirán ropa limpia y un juego de aseo para que posteriormente se puedan asear. La ropa sucia y las toallas serán entregadas al personal en una bolsa precintada, que se enviarán a lavar para después reponerlo todo limpio. Así mismo, los usuarios dispondrán de las tres comidas al día y de controles médicos diarios dictaminados por el Sergas y con la colaboración de la Cruz Roja.