La sentencia sobre la casa familiar en caso de divorcio divide a los juristas

Javier Becerra
Javier Becerra REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

La Asociación de Pais e Nais Separados rogó en julio al Parlamento gallego con 15.000 firmas que regulase en Galicia la custodia compartida pero no logró su objetivo
La Asociación de Pais e Nais Separados rogó en julio al Parlamento gallego con 15.000 firmas que regulase en Galicia la custodia compartida pero no logró su objetivo CARLOS CORTÉS

Mientras que unos abogados la ven igualitaria, otros piensan que puede penalizar al cónyuge a la hora de rehacer su vida

25 nov 2018 . Actualizado a las 12:39 h.

No hay unanimidad entre los profesionales respecto al fallo del pleno de la Sala de lo Civil del Tribunal Supremo, sobre el uso de la vivienda familiar en el caso de un divorcio. En su pronunciamiento el tribunal determina que el padre o madre divorciado que ejerce la custodia de los hijos perderá el derecho de uso de la vivienda familiar cuando comience a convivir en el domicilio con una nueva pareja estable.

«Es una decisión coherente con la línea jurisprudencial con otros ámbitos del derecho de familiar», señala María Sierra, abogada especializaba en derecho de familia. «La norma es que nadie debe vivir de nadie y ningún progenitor puede tener un privilegio patrimonial. Esto llevaba a situaciones muy abusivas donde, por ejemplo, uno de los excónyuges vivía con otra persona y su expareja estaba aún pagando la hipoteca de esa casa», explica.

No se muestra tan contundente el abogado Miguel Lorenzo, también especializado en ese terreno. Por un lado, considera que «siempre debe prevalecer el interés de los hijos y aunque una persona tenga una nueva pareja, esos hijos continúan». Por otro, considera que, de consolidarse esta jurisprudencia, crearía una situación injusta: «No se puede perjudicar a un cónyuge por iniciar una nueva vida», expone.

En una línea similar se pronuncia Valentín Escudero, profesor de la UDC experto en terapia de familia: «Hay una parte de la familia, que son los hijos, que deben seguir teniendo ese derecho a usar la casa. No creo que establecer una nueva relación por padres de su padre o madre conlleve un cambio automático».

Desde la Asociación de Pais e Nais Separados de Galicia, su vicepresidente Abel Lamas se muestra partidario de que ese tipo de uso se limite: «Non debe poder usarse unha vivenda de maneira indefinida. Debería acotarse no tempo e poderse revisar para evitar inxustizas», señala.