La Obra Social ?La Caixa? financia al colectivo Agalure, que ayuda a ludópatas y adictos a juegos o compras
04 oct 2018 . Actualizado a las 05:00 h.Para que haya una adicción no siempre tiene que haber una sustancia. En Agalure ayudan a unas 400 personas que sufren problemas con el juego, las apuestas, las compras o incluso el gimnasio. La Obra Social ‘La Caixa’ financia a este colectivo, que ofrece ayuda para la rehabilitación y apoyo a las familias que sufren de cerca el impacto de este problema. Según explica Gerardo Rodríguez, secretario de la asociación, cuando llega una persona lo primero que hace es «una cita de información en un plazo máximo de 48 horas, en la que es atendido por personas que hemos sufrido una enfermedad, porque se genera una empatía que con otra persona no hay, porque nosotros conocemos muy bien todas las etapas por las que ha pasado y está pasando». Se trata de que la persona se sienta identificada y entienda que su problema tiene salida.
Después se le da una cita de diagnóstico y es el profesional el que decidirá si necesita tratamiento y cual sería. A partir de ahí empieza un duro camino en el que el paciente deberá asumir unas normas. Ludopatía, compras compulsivas, problemas con videojuegos, y con las apuestas on-line son las adicciones que más se atienden en el centro de A Coruña.
La media de edad en los últimos años ha descendido bastante. La edad de inicio media se sitúa este año en 19 años, «lo que quiere decir que algunos de los pacientes que tenemos a tratamiento han empezado a jugar siendo menores de edad». Gerardo Rodríguez considera que el tema de las apuestas y el juego on-line necesita una regulación urgente. «Estamos esperando a la ley que regule la publicidad del juego -asegura-, nosotros no estamos en contra, pero no sirve solo decir juega con responsabilidad. Toda la sociedad es aquí responsable y lo cierto es se está normalizando, y por eso hay que poner en marcha más campañas de prevención para darle más información a la gente joven, sobre todo, del peligro que tiene». Considera además, que «la publicidad se tiene que cortar, o al menos restringirse a ciertas horas. No puede ser que estés viendo un partido de fútbol y estar viendo anuncios todo el rato».
Las familias son las que más sufren este problema. Ellas son, normalmente, las que animan al enfermo a dar el paso de pedir ayuda. «Les ofrecemos apoyo psicológico porque ellas también tienen que aprender a decir no. Tienen que marcar normas. Si tienes un hijo que no cumple sus obligaciones pues no puedes dejarle la conexión a Internet». Son decisiones que, aunque cueste tomarlas, son beneficiosas a largo plazo.
El objetivo es evitar que se produzcan situaciones como las que se han llegado a ver en Agalure. Personas que en el momento de ser padres estaban jugando, o gente muy joven con una deuda de varios millones de euros. La señal de alarma: «Si has dejado de hacer actividades necesarias de tu día a día por el juego, entonces tienes un problema».