Récord de rayos en Galicia en el 2017

Susana Acosta
Susana Acosta REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

FRAN VARELA

Mayo fue el mes más activo, con 12.612 relámpagos en quince jornadas

30 ene 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

El 2017 ha sido un año atípico. Muy cálido, muy seco y con muchos rayos. Tantos, que desde que MeteoGalicia tiene disponible una red de detección de relámpagos (2011), nunca se había registrado tal cantidad de descargas eléctricas en la comunidad. Cerca de 48.000 rayos se produjeron durante el 2017, concretamente 47.937, lo que supone un 136 % más de las descargas del 2016. Además, también resulta atípico el elevado número de días del año en que hubo tormenta, con 78 en todo el 2017, cuando lo normal es que haya de media quince jornadas al año.

Mayo fue el mes más activo, con 12.612 relámpagos en quince jornadas. Pero a pesar de estas cifras, el fenómeno de las tormentas no es algo muy habitual en Galicia: «En nuestras latitudes los rayos son una rareza y lo normal es que solo se produzcan durante trece o quince días al año. Las zonas donde más tormentas se producen son las tropicales. De hecho, en Venezuela, en el lago de Maracaibo hay un lugar que se llama Catatumbo, que tiene casi 300 días de tormenta al año», comenta Juan Taboada, de MeteoGalicia. Esto se debe a que las tormentas necesitan para formarse aire cálido y húmedo en la superficie, y aire frío en altura. De ahí que en primavera sea más frecuente este fenómeno. Precisamente, en mayo se registró el récord de rayos en Galicia en un día: 9.561 descargas.

Esta fuente de inestabilidad, de aire cálido y húmedo en superficie y frío en altura, es el combustible perfecto para la creación de los conocidos como cumulonimbos, nubes de desarrollo vertical que pueden tener una base de mil metros y una altura de más de 10.000: «Las gotas de agua que se forman dentro de la nube se mueven con mucha rapidez por las corrientes de aire que hay y eso hace que se ionicen, es decir, que se carguen eléctricamente. La naturaleza tiende al equilibrio y cuando la diferencia potencial entre la nube y el suelo es muy grande se crea un canal, y es por donde se produce la descarga», aclara Taboada.

Otro dato llamativo es que, de los cuatro días con más cantidad de rayos en la historia, tres se registraron en el 2017. El cambio climático también está detrás de estas cifras, sobre todo en la variabilidad meteorológica, con temperaturas más altas de lo normal, con muy pocas lluvias y con precipitaciones concentradas en momentos puntuales y de forma tormentosa, con la excepción de diciembre: «No hay un 100 % de certeza de que se deba al cambio climático, pero es probable que las tormentas sean un indicio más, como el aumento de las temperaturas», aclara Taboada.