La idea de analizar ADN de los canes para crear bancos genéticos y «cazar» a dueños de mascotas que no recogen los excrementos, como ha hecho Málaga, no prospera en los concellos
22 mar 2017 . Actualizado a las 05:00 h.La idea de poner en marcha bancos de ADN canino para «cazar» a los propietarios de mascotas que no recogen las heces, aprobada el lunes en Málaga, no logra hacerse un hueco en Galicia. Aunque la iniciativa fue sopesada en Lugo, a propuesta de Lugonovo, y en O Barco de Valdeorras, no acabó prosperando en ninguno de los dos concellos. Además, no es una medida que cuente con el apoyo unánime de los colegios veterinarios. Desde el de Lugo, por ejemplo, su responsable, Ana López, dice que ya hay una ley que establece una sanción para aquellos que no recogen e incumplen de esa forma las ordenanzas municipales. También recuerda que existe una normativa internacional de identificación que debería bastar. La cuestión es apostar por la educación y el civismo.
Vigilar y poner multas a los propietarios que se coge in fraganti es la alternativa que usan la mayor parte de los concellos en Galicia para lograrlo. Porque, como dicen desde el gobierno local de Allariz, «o do ADN resulta inviable porque é caro e porque poden ser cans de turistas». Las sanciones pueden llegar a los 1.800 euros para los que son «cazados» más de una vez, como en el caso de Ourense.
Pero lo de «caro» es relativo porque, como apuntan desde Vetgenomics (la emergente de la Autónoma de Barcelona que ha diseñado una prueba para este caso concreto y que hace las analíticas para varios municipios catalanes), los test cuestan entre 30 y 35 euros «cuando la multa media por no recoger es de unos 300». Pero no solo eso. Añaden que las analíticas -que pueden saber cuándo hay ADN de más de un individuo- no solo son usadas con el objetivo de descubrir al que no recoge, también valen para luchar contra el abandono de canes con el objetivo último de erradicar ambos problemas para no tener que hacer ninguna prueba.
La cuestión que más preocupa es cómo pillar a los que convierten los parques en campos de minas. En Narón, por ejemplo, emprendieron una campaña de tres meses con agentes de paisano que hizo que el número de excrementos bajara. La idea es que aquel que no limpie pague. En Bueu no solo usan este método, además quieren habilitar unas máquinas expendedoras de bolsas para que los dueños no pongan eso como excusa para no recoger.
En Ferrol, consideran que de haber todos los medios necesarios para poder realizar las pruebas de ADN de perros «sería una medida genial», pero no hay ninguna previsión al respecto.
Ahí la policía local realizó un operativo especial recientemente por las múltiples denuncias sobre cacas de canes.
Pontevedra no prevé hacer un banco de ADN, pero mantiene activas campañas regulares de concienciación sobre las cacas de los perros. No se detecta la existencia de un gran problema sobre este asunto en la ciudad, pero como otros muchos concellos cree que la clave es educar.
Información realizada con la colaboración de las ediciones de Pontevedra, Santiago, Ourense, Lugo, Ferrol y A Coruña.