Asegura que aquel que no aprovecha la jubilación para hacer lo que siempre ha querido, fallece
10 nov 2016 . Actualizado a las 05:00 h.Tiene 80 años, pero asegura sentirse y hacer lo mismo que cuando tenía 20. Es el escritor Fernando Sánchez Dragó, que ayer presentó en Santiago su libro Shangri-la. El elixir de la eterna juventud: «No pretendo que el elixir de la eterna juventud que cuento -afirma que toma 40 pastillas al día y llegó a tomar 68, todas de herbolario- sirva para todo el mundo, lo que apremio a la gente es a buscar su propio elixir de juventud».
-¿Tanto temor hay a envejecer?
-Sí, hay muchísimo miedo. Esa nueva ciencia que se llama antienvejecimiento está muy de moda. Pero yo me centro en la juventud, que es mantenerse en permanente disponibilidad en la vida. La juventud es una vocación: hay gente que nace joven y muere joven, y otra que nace vieja y muere vieja. Mi hijo mayor es más viejo que yo prácticamente desde que nació. Es posible mantenerse joven hasta el día que te mueras, y yo me he esforzado toda mi vida por eso.
-Afirma al principio del libro que sus palabras levantarán «ronchas entre los biempensantes de la salud y los profesionales de la medicina». ¿Nunca huye de la confrontación?
-No busco la confrontación. Escribir es un ejercicio de sinceridad. En el libro hay mucha denuncia de la política sanitaria española, de los productos lácteos, de la dieta mediterránea, del azúcar, muchas cosas que van en contra de lo que parte, solo parte, de la medicina oficial predica.
-Afirma que la jubilación debería estar prohibida por ley. ¿Entienden esas palabras sus coetáneos?
-Me da igual lo que piensen los demás. La jubilación obligatoria es una violación de los derechos humanos. Entiendo que un señor que se ha pasado toda la vida trabajando detrás de la ventanilla de un banco esté hasta el gorro, lo que no puedo entender es que se vaya a jugar al tute a la taberna o que se trague siete partidos de fútbol al día. El que no aprovecha la jubilación para lo que siempre ha querido hacer, palma.
-Resuma tres claves para lograr la «eterna juventud».
-La frase que más me gusta de toda la filosofía: nada importa nada. Ese principio hay que aplicarlo a rajatabla. Después también hay que tomárselo todo a guasa y no tener nunca miedo de nada.
-Es muy crítico con la sociedad española, ¿qué edad tendría?
-Vivimos en una sociedad de adolescentes, lo peor de lo peor.