El lobo extiende su área de distribución por el 94 % del territorio de Galicia
SOCIEDAD
El último censo identifica 90 manadas con una población de 700 ejemplares
02 abr 2016 . Actualizado a las 05:00 h.El lobo en Galicia goza de buena salud. Si tradicionalmente la comunidad fue el auténtico reducto de la especie en una época en la que no pasaba por su mejor momento debido a la presión humana de sus hábitats, en las décadas de los 60 y 70, ahora sigue siendo el gran referente en España, con poblaciones en auge y una enorme distribución por casi toda su superficie. Galicia tiene 90 manadas reproductoras que agrupan a unos 700 ejemplares repartidos en un área de distribución que abarca el 94 % de su territorio. Están presentes en la práctica totalidad de la provincia de Ourense, en el 98 % de la de Lugo; en el 95 % de la de A Coruña y en el 74 % de la de Pontevedra. Salvo en las ciudades y su área de influencia y en determinadas localizaciones de la costa, fundamentalmente en Pontevedra, la presencia del lobo es mayoritaria. Así lo ha constatado el último censo realizado en Galicia encargado por la Consellería de Medio Ambiente, cuyos datos se han incorporado a la base de datos nacional, que fue presentada hace unos días.
Según el estudio, en Galicia vive el 30 % de la población de Canis lupus, un porcentaje solo superado por Castilla-León, una comunidad mucho más extensa que cuenta con 179 manadas de un total de 297 que se han identificado en el conjunto de España. «Prácticamente hay lobos en toda Galicia y llevamos así desde hace muchísimos años», constata Luis Llaneza, coordinador del equipo que realizó el censo.
Pero, ¿hay más o menos lobos que hace unos años? Esta pregunta no tiene una respuesta nítida porque los datos no son estrictamente comparables, ya que los censos anteriores -el último efectuado entre 199-2000- no son del todo representativos. En la identificación de estos grandes carnívoros había participado un número reducido de agentes y ni la metodología de búsqueda ni la tecnología utilizada estaba tan desarrollada como ahora, por lo que es muy probable que quedaran manadas sin contabilizar. «El conocimiento del lobo ha cambiado mucho en los últimos años, al igual que las herramientas metodológicas utilizadas para su detección. Ahora somos mucho más eficaces en su búsqueda», destaca Llaneza. Hecha esta salvedad, la presencia del lobo aumentó en Galicia si se compara con la estadística anterior, en la que se documentaron 68 grupos con una población estimada de entre 420 y 600 ejemplares.
Nueva metodología
«En algunos sitios -sostiene el biólogo- sí que hay que reconocer que la población pudo crecer en Galicia, pero también es verdad que se trata de una dinámica general a nivel europeo. Mismo en la comunidad de Madrid se localizaron tres manadas».
El censo actual parte del seguimiento realizado durante dos años (2013- 2014), a los que se añadieron datos de nuevos muestreos tomados en el 2015, en un trabajo en el que participaron 101 agentes forestales, por los 12 del trabajo anterior, coordinados por cuatro técnicos. La metodología también fue mucho más sofisticada que en la utilizada en el censo de 1999-2000, ya que al rastreo habitual de los indicios empleados para apuntar su presencia (excrementos y rasgaduras en el terreno) se unió el uso de nuevas tecnologías como el marcaje mediante la colocación de collares con GPS, práctica usada con 40 ejemplares; pruebas de ADN o estaciones de espera con equipos de sonido para captar sus coros y aullidos. El mismo procedimiento se utilizó por primera vez de forma conjunta en el resto de las comunidades, de ahí que los datos en este caso sí son homologables.
El número de ataques al ganado se mantiene a la baja desde el 2010
«El lobo tiene la capacidad de adaptarse a ambientes humanizados, siempre y cuando el hombre lo tolere. Y Galicia es un ejemplo de tolerancia», advierte Luis Llaneza, especialista en esta especie y coordinador del censo en la comunidad. Pese a ello, sí se generan conflictos sociales debido a los ataques al ganado, fundamentalmente ovejas, aunque su número se mantiene estable. Desde el 2010, según la Consellería de Medio Ambiente, se registraron 3.789 avisos por ataques. En el año base se identificaron 691 y desde entonces la cifra se redujo hasta estabilizarse en 618 en el 2014 y el 2105, lo que indica que un posible aumento de la población de cánidos no supone un mayor riesgo para el ganado.