José Tomás revienta México

pablo garcía-mancha CIUDAD DE MÉXICO / COLPISA

SOCIEDAD

Mario Guzmán | EFE

Lleno en la Monumental para el regreso del torero español, con entradas que superan los 6.000 euros en la reventa

31 ene 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Una especie de locura persecutoria taurina se ha desatado en México D.F. Los principales medios locales especulan con los precios que se están pagando en la reventa de Internet por algunas localidades de Insurgentes, la gigantesca plaza en la que hoy a las 16.30 hora local volverá a los ruedos José Tomás: oscilan entre los 200 euros por una entrada en la general de sol hasta los 6.000 euros en las codiciadas barreras a pie del ruedo.

Es el diestro más mitificado y especial de la tauromaquia contemporánea, el torero del silencio y de la no televisión, el que mediante la ausencia casi absoluta de apariciones públicas ha tejido a su alrededor una singular tela de araña. Alberto García-Alix, que lo vio en su mítica encerrona de Nimes (Francia), dijo: «En dos horas nos hizo mejores personas. ¿Dónde puedes encontrar una épica como la de ese hombre, el respeto, la mística, el sacerdocio, la altivez, la tensión, el arte?».

La Monumental de México, con 45.000 espectadores, es el coso más grande del mundo. José Tomás se mueve en parámetros completamente diferentes a cualquier matador de su generación y ni la planificación de sus temporadas, ni el número de corridas en las que participa se atienen a fines comerciales: «No sabemos nada. Si hará temporada más allá de esta corrida es un misterio indescifrable», asegura Israel Vicente, su jefe de prensa. «Cuando salgo al ruedo me entrego por completo y no pienso en la corrida siguiente, ni en la próxima, pienso en ésta», declaró el diestro en Barcelona el día que se encerró de manera altruista ante seis toros de diversas ganaderías.

Durante el periodo que permaneció inactivo no paraba de torear para sí mismo en el campo. Algún ganadero ha relatado no sin asombro que de pronto, un día, recibía una llamada: «Soy José Tomás. ¿Me puedes apartar un toro, que voy mañana?». Aunque algo ha cambiado tras la cornada de Aguascalientes, y ahora se preocupa mucho más de su seguridad clínica con una UVI móvil que le acompaña tanto a esos tentaderos como a corrida secretas que organiza.