Un libro desvela los misterios de Cova Eirós

N. B. REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

Se trata de la primera evidencia de arte parietal en el noroeste peninsular del Paleolítico

24 sep 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Un refugio natural de la montaña de Triacastela, conocida por el nombre de Cova Eirós, es la catedral del arte rupestre gallego, según los científicos que la llevan excavando durante años. De hecho, es la primera evidencia de arte parietal en el noroeste peninsular del Paleolítico.

Ahora, Cova Eirós, un libro de la editorial Andavira, escrito por los estudiosos Arturo de Ledesma Hermida y Ramón Fábregas Valcarce, desvela todos los misterios de la cueva. Fue en el 2011 cuando se produjo el primer descubrimiento de pinturas realizadas por cazadores recolectores de hace 20.000 años. En la oquedad de estos montes de Lugo llegaron a convivir las dos especies de homínidos en un momento de transición: Neandertal y Sapiens.

La importancia de Cova Eirós radica en que constituye la primera prueba de arte paleolítico en Galicia, a pesar de que el territorio -todavía virgen en hallazgos, según los autores del libro- no abunda en terrenos calcáreos en los que la formación de simas y cuevas es más común, a diferencia de regiones como Asturias o Cantabria.

Las manifestaciones artísticas de estos primitivos fueron desveladas tras un estudio con la técnica de fotogrametría -empleando ortofotos y 3D-, pues a simple vista es muy difícil detectarlas debido a los finos trazos que las conforman. El resultado sacó a la luz varias paredes en donde los artistas buscaban dotar a su obra de un sentido simbólico-religioso a través de una imaginería animal. Además, emplearon las propias formaciones de la cueva para realzar formas y dotar de sentido de relieve a las imágenes. Así, se dibujan sutiles líneas para representar una cabeza de oso cavernario o cérvidos. La publicación de Ledesma y Fábregas viene a llenar un vacío existente en la prehistoria gallega.