Es la musa de los fotógrafos del «streetstyle». La reclaman en los cinco continentes. Sin embargo, este icono de la moda es una gran desconocida en su casa: Galicia
27 abr 2014 . Actualizado a las 13:15 h.Es tan poco lo que se sabe de esta mujer, que si uno busca en Google quién es Bárbara Martelo serán pocos los que se den cuenta de que a pesar de que nació en Madrid sus orígenes son gallegos. El buscador no miente pero tampoco matiza. Nació en Madrid casi por casualidad, sus padres estaban trabajando allí, pero su estancia en la capital de España fue más bien breve. Pocas, por no decir ninguna, son las veces que ella hace referencia a este capítulo, y si le preguntan tira para el norte.
Es más coruñesa que la torre de Hércules, aunque en la actualidad su vida y trabajo tenga más repercusión fuera de nuestras fronteras que dentro. Ajena a cualquier tipo de popularidad ni siquiera se ha tomado su tiempo en desmontar todas las páginas o perfiles de redes sociales que se han creado alrededor de su persona. No va con ella. Pero ella «engancha». Es la musa de los fotógrafos del streetstyle allá por donde va. Es habitual verla en las primeras filas de las principales Fashion Week del mundo, aunque si se tiene que quedar con una lo tiene claro. «Sin duda París. Por alguna razón los diseñadores tienen más libertad creativa. París tiene la capacidad de sorprenderte una y otra vez», dice Bárbara. Algo similar a lo que ocurre con ella. Sus looks son fotografiados una y otra vez, las blogueras la describen como icono de la moda, y los grandes diseñadores la adoran.
Pasión por la moda
De vuelta en Madrid, Barbara Martelo se licenció en Derecho en Icade. Durante algún tiempo trabajó en el departamento de Recursos Humanos de Inditex, pero su pasión por la moda era más fuerte, y apostó por volcarse de lleno en este mundo. «Siempre me ha gustado la moda. Mi madre compraba las revistas de moda, de hecho en la librería Colón de la calle Real nos reservaban el Vogue París, Italia, América y Collezzzione, y las veíamos de pequeña juntas. Me encantaba que me llevase con ella cuando iba a las tiendas, y aunque era muy pequeña ya opinaba sobre todo». Cuando estaba planeando dar un curso de diseño en Parsons, en Nueva York, Telva llamo a su puerta, obviamente no pudo resistirse y empezó a trabajar como estilista para la revista. Tras 6 años, pasó a formar parte del equipo de Vogue España, y en el 2007, decidió hacerse freelance. Colaboró como estilista con Vanity Fair, Harpers Baazar y Vogue España. En la actualidad, lo hace con las publicaciones Vamp y Porter. Quién le iba a decir a aquella niña que correteaba por la plaza de Maestro Mateo que hoy sus opiniones estarían tan cotizadas. Actualmente su trabajo se centra principalmente en la asesoría de moda, y son muchos e importantes los que acuden a ella. Quienes la conocen de cerca dicen que es una persona de trato muy amable, de exquisitos modales y con un tono de voz tan dulce que solo puede ser el presagio de una conversación muy agradable e interesante. Algo que le viene de familia. Sus padres, especialmente su padre, Francisco José Martelo, es un prestigioso cirujano gallego. Es probable, sin desmerecer a su antecesor, que la belleza la haya heredado de su madre. Una bellísima señora que todavía hoy en día llama la atención por su elegancia. La familia Martelo la completa María, su hermana menor.
En cuanto a su estilo personal no es una mujer de muchas prendas, sino que más bien tiende a pocas y básicas. «Me identifico con un buen vaquero, un blazier masculino y un perfecto de cuero», explica Bárbara. Los pitillos también parecen ser un básico en su armario y conjuga a la perfección un estilo más bien clásico y depurado con una imagen ultra moderna con algunos toques masculinos.
Prenda que se pone prenda que desprende glamour. Es habitual verla con ropa de Balmain o Isabel Marant, con los que la une una relación incluso personal. Y es que dentro de la simplicidad sabe cómo llamar la atención. No solo sabe, sino que lo borda. En sus conjuntos la chaqueta adquiere un poder indudable, y muchas de sus seguidoras coinciden en señalar que pocas saben llevar unos taconazos como ella. Y es en las alturas donde quedan patentes sus interminables piernas. Irradia perfil español donde quiera que esté, porque su vida fluye entre los cinco continentes. Cursó sus estudios en el colegio Santa María del Mar de A Coruña, y ya a esa edad destacaba entre sus compañeros por su belleza. «Pero cuál es la clave para que desde la simplicidad llame tanto la atención su forma de vestir» Ella está convencida de que el éxito radica en ser uno mismo. «En sentirte cómoda con la ropa que llevas. Ser consciente de las tendencias pero siendo fiel a tu propio estilo». Se mueve como pez en el agua en el mundo de la moda, que la absorbe por completo, sin embargo no descuida su faceta como madre y esposa. Felizmente casada a sus 38 años es madre de mellizos, que a su corta edad ya se mueven con mucho estilo.
Sin duda, Bárbara Martelo es la combinación perfecta entre sobriedad, glamur y tendencia. Sus rasgos españoles la delatan y se ha convertido en toda una it girl internacional traspasando fronteras.
Dicen lo más entendidos que su estilo sobrio, rotundo, en el que abundan el blanco, el negro, el gris, haciendo pequeñas concesiones al estampado animal. Otros dicen que su estilo ochentero, con especial predilección por los skinny, los stilettos, el color negro y el cuero, le dan un estilo muy personal, que podemos definir como rockero chic. Eso sí, sin olvidar un toque sexi y sensual a cada estilismo.
Siempre lista para correr
Aunque uno desde fuera pueda llegar pensar que el mundo de la moda es frío y superficial, los que lo viven desde dentro, como Bárbara, explican que a veces estas apariencias no se corresponden con la realidad. «Mi perspectiva es la de alguien que trabaja en el sector. Es una industria que mueve muchísimo dinero y que crea millones de puestos de trabajo. La percepción de que es un mundo frívolo y superficial no se corresponde con la seriedad de los profesionales. En España tenemos ejemplos como pueden ser Inditex o Mango», explica.
Dos firmas españolas que la estilista conoce muy de cerca. En la primera trabajó durante algún tiempo, y con la segunda colaboró haciendo un vídeo que se colgó en la web para la campaña de otoño invierno 2012-2013. La estilista española combina prendas de diseñadores que no dejan de llamar la atención con otras más casuales. De la pasarela a la calle, y de la calle a lucirlas como si fueran piezas de pasarela: esa es Bárbara. Una mujer a la que le encanta hacer deporte, y que procura llevar unas zapatillas deportivas en su equipaje por si surge la oportunidad de salir a correr.
Pero además de Eskeption en Madrid, Barbara recomienda para ir de compras el Montaigne Market o Jeffry's y Barneys, en Nueva York. «Una estilista tiene que estar siempre a la última en lo que pasa en el mundo de la moda: tendencias, nuevas marcas, nuevas webs, blogs, famosas, fiestas, nuevos rostros...», se puede leer en uno de los miles de entradas que hay dedicadas a su figura. Unos se identificarán con ella y otros no, pero lo que está claro es que no pasa desapercibida. En las pasarelas, en los blogs o en la calle, donde nadie pierde la oportunidad de fotografiarla. En Japón la adoran.
Con solo 38 años, esta estilista española se ha convertido en un referente mundial. Su nombre ha traspasado fronteras, y Bárbara tiene seguidores en cada esquina del planeta. No solo los «coolhunters» están enganchados a ella, sino que son muchos los ciudadanos de a pie que no pierden oportunidad de inmortalizar su look, como el grupo de japoneses de la imagen.