El secretario de Organización socialista, Óscar López, que ayer estaba en Santiago, aprovechó las declaraciones de Feijoo sobre el aborto para pedirle que «pase de las palabras a los hechos» y se ponga junto a los que se oponen a la ley que pretende aprobar Ruiz Gallardón. En referencia a la preocupación de Feijoo por que las mujeres vuelvan a cruzar la frontera para abortar, López dijo: «Si piensa así, tiene la obligación de apoyarnos a los que estamos en contra de la nueva ley del aborto para frenar esa ley». López recordó la postura socialista al respecto, al decir que la norma en discusión -que solo contempla el aborto en caso de violación o peligro para la salud de la madre- «es un retroceso de 30 años» y «un ataque frontal» a los derechos de las mujeres.
Silencio de la vicepresidenta
Por otra parte, la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, sigue esquivando las preguntas de los periodistas sobre qué le parece la nueva ley. Ayer, tras el Consejo de Ministros, la segunda del Gobierno dijo ante la cuestión: «Como miembro del Gobierno, a mí lo que me corresponde es trabajar para fortalecer el entendimiento, para escuchar las distintas opiniones y sugerencias, y poder trabajar por una ley que pueda atender distintos puntos de vista», aunque sí reconoció que es una cuestión que «comporta gran sensibilidad social».