Tres tribunales de Nueva York rechazan la pretensión de una ONG de dotar a los primates de derechos humanos
12 dic 2013 . Actualizado a las 07:00 h.Nonhuman Rights Project es un colectivo que quiere que los primates en cautiverio gocen de los mismos derechos legales que los seres humanos. Recientemente denunció a los propietarios de cuatro chimpancés en Estados Unidos y pidió su liberación. Los tribunales de Nueva York no les han dado la razón, aduciendo que el mono no es una persona.
La organización animalista pretendía que los primates tuvieran idénticos derechos que una persona «legal» y, por lo tanto, derecho a «libertad corporal». Siendo legales, podrán ser también libres, defienden. Además del fin del cautiverio, los animalistas pedían que fueran trasladados a un santuario natural para vivir en un estado lo más parecido posible a la vida salvaje. A pesar de los tres fallos judiciales en su contra, Nonhuman Rights Project recurrirá las sentencias. El portavoz de este colectivo, Steven Wise, aseguró que estos primates, al igual que elefantes, delfines y ballenas, son seres autónomos y eficientes. Los valedores de los primates denuncian que el cautiverio de los parientes más cercanos del hombre les genera graves patologías mentales.
Los cuatro monos en cuestión, todos machos, se encuentran retenidos en varios puntos del estado de Nueva York y responden a los nombres de Tommy, Hércules, Leo y Kiko. El propietario de Tommy dijo no entender la denuncia pues su chimpancé, según él, «está muy bien cuidado», a pesar de que Tommy vive enjaulado en una caravana.
Por su parte, Anna Mulá, asesora de la Fundación Frans Weber, considera la sentencia triste y decepcionante y apela a la concienciación de la sociedad para exigir el cese de actitudes contrarias a los animales. Mulá asegura que en la UE ya existen pautas legales para proteger a los grandes simios -considerados por Bruselas como seres sintientes- aunque recuerda que todavía en laboratorios, zoológicos, circos, cine y televisión se veja a los primates con inncesarios cautiverios.
Mulá cree que España, donde el Código Civil mantiene la consideración de animales como cosas, debe avanzar en medidas y métodos alternativos. Para Mulá, el fallo de la corte estadounidense fue precipitado. «Igual necesitan estudiarla más, pues hay base para otorgar a los chimpancés una categoría jurídica más elevada», concluye.