Dos colectivos de científicos consideran que se trata de un «parche»
19 oct 2013 . Actualizado a las 07:00 h.Este mes era clave. Si el CSIC, la mayor institución científica de España, no recibía una inyección económica del Gobierno el organismo vería comprometida su propia supervivencia. No quedaría dinero ni para pagar al personal, ni para servicios básicos como la luz o e teléfono. La situación era tan desesperada que el propio presidente del ente, Emilio Lora Tamayo, tuvo que salir a la palestra en junio, en un suceso excepcional, para denunciar la situación. Poco después, los directores de cien centros alertaban del cierre inminente y progresivo de las instalaciones de investigación por falta de recursos, a lo que se sumó el apoyo de 250.000 firmas en defensa de la agencia.
El Gobierno reaccionó en un primer momento con un crédito extra de 25 millones concedido en junio. Pero no era suficiente. El dinero se acababa este mes. Hacía falta otra inyección de al menos 75 millones de euros. Y es, precisamente, la ayuda que llegó ayer con la aprobación por parte del Consejo de Ministros de otro crédito de 70 millones de euros. «Con esta cantidad -asegura el Ministerio de Economía en una nota oficial- se atajan los problemas de liquidez que arrastraba desde hace años el organismo de referencia de la investigación española».
El Ministerio de Economía y Competitividad también incrementó en el proyecto de presupuestos del Estado para 2014 la transferencia al CSIC en 50 millones, «lo que supone un aumento en su aportación de 12,1 %».
Descontento
Sin embargo, la ayuda extraordinaria no convence del todo a los científicos, que la califican de «parche». Así lo considera la Confederación Española de Sociedades Científicas (Cosce) y la Federación de Jóvenes Investigadores-Precarios, que entienden que esta actuación de urgencia pone de manifiesto que los recursos en 2013 para la ciencia en general son escasos y que los del 2014 «van por el mismo camino». Carlos Andradas, de la Cosce, dijo que la ayuda es una buena noticia para evitar «la bancarrota» del CSIC, pero advirtió de que así se tapan «agujeros» y no se resuelve el problema «estructural» de la ciencia ante la falta de recursos.
Más optimista se mostró Juan Lerma, director del Instituto de Neurociencias de Alicante (CSIC), quien destacó que el crédito extraordinario es el compromiso que había adquirido la secretaria de Estado de I+D+i, Carmen Vela. «Hay que mostrar satisfacción porque se ha cumplido la palabra dada», pero «esta cantidad no resulta consolidada en el presupuesto del CSIC para el 2014», advirtió Lerma. Por ello, es de esperar que el CSIC el año que viene «se vuelva a enfrentar con el mismo problema, si acaso un poco atenuado».