La tableta entierra al «netbook»

Javier Armesto Andrés
Javier Armesto REDACCIÓN/LA VOZ.

SOCIEDAD

La revolución táctil cambiará la manera de entender la informática en el ámbito doméstico en los próximos años

02 oct 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

Pues al final no era un bluf. El iPad, el nuevo dispositivo táctil presentado por Steve Jobs a finales del pasado mes de enero, se ha convertido en unos meses en el modelo a seguir en la industria tecnológica. Como antes ocurrió con el iPhone, los principales fabricantes han seguido la estela de Apple -esta vez con más rapidez- y se han lanzado a diseñar sus propias tabletas digitales. Samsung tiene previsto comercializar la Galaxy Tab a partir de noviembre, Blackberry anuncia la suya para el 2011 y HP lleva un año desarrollando Slate, una versión que funcionaría con Windows 7.

El fenómeno tablet parece haber apagado la fiebre por los netbook. Solo en el Reino Unido, el porcentaje de ventas de ordenadores con procesadores Intel Atom (el que utilizan casi exclusivamente los ultraportátiles) bajó un 20,3% en el primer cuarto del 2010. ¿Qué ha pasado para que los usuarios apuesten ahora por las tabletas digitales?

Por un lado, muchos de los que compraron un netbook se han dado cuenta de que es más incómodo que un portátil tradicional, porque los métodos de interacción (teclado, touchpad, pantalla) son demasiado pequeños como para usarlos durante mucho tiempo más allá de consultas puntuales. Por otro, la revolución táctil, madurada en los teléfonos móviles inteligentes, ha dado el salto a las pantallas de entre siete y diez pulgadas, cuyo coste se ha abaratado notablemente. La gente se ha acostumbrado a utilizar los dedos para navegar por Internet o ampliar fotografías, y el ratón empieza a ser un engorro. Los ordenadores seguirán siendo necesarios para la empresa y las tareas más complejas, pero el futuro de la informática doméstica pasa por los tablet.

El iPad también parece haber salido triunfador ante los lectores de libros electrónicos. Los e-books, limitados a visualizar textos e imágenes en blanco y negro, son una opción residual frente a las miles de aplicaciones de las tabletas digitales.