Tecnología española para estudiar y predecir el comportamiento del Sol

Jesús Manuel García

SOCIEDAD

Un consorcio elaboró la óptica del telescopio lanzado en la misión «Sunrise» utilizando cristales líquido

24 sep 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

El pasado 8 de junio fue lanzada al espacio la misión Sunrise , un telescopio solar de un metro de abertura acoplado a un globo estratosférico del programa Long Duration Balloon de la NASA, para estudiar el campo magnético del Sol con una resolución especial hasta ahora desconocida y básica para entender el comportamiento del astro rey.

Se trata de conocer el origen de las elevadas temperaturas de su corona o la conexión con el llamado tiempo espacial «de gran trascendencia para nuestra vida diaria», explica el físico Alberto Álvarez, investigador principal del Imax , polarímetro que lleva el telescopio Sunrise , proyecto del Instituto Nacional de Tecnología Aeroespacial, que forma parte de un consorcio con el Instituto de Astrofísica de Canarias, el equipo de Astronomía y Ciencias del Espacio de Valencia, el Instituto Astrofísico de Andalucía y el Instituto Ignacio da Riva, de la Universidad Politécnica de Madrid.

«En nuestro laboratorio del INTA hacemos óptica para el espacio y aportamos al consorcio el diseño óptico, mecánico y térmico para la integración y las pruebas finales de todo el instrumento. Apoyamos los moduladores ópticos de cristal líquido, innovación española gracias a una nueva tecnología que se puede utilizar en el espacio», cuenta este físico. Por ello se les ha dado un contrato para que lo validen en una misión próxima, la Solar Orbiter, de la Agencia Espacial Europea. Álvarez presentó los resultados del Imax en Ourense ante ópticos de toda España.

El telescopio Sunrise acoplado a un globo ayuda a los físicos a estudiar el Sol, «única estrella que podemos ver bien por ser la más cercana», indica Alberto Álvarez. «El sol se guía por los campos magnéticos, de hecho esas protuberancias que tiene se deben a que sus polos norte y sur cambian periódicamente. Se trata de hacer imágenes de muy alta resolución, hasta de 100 kilómetros del Sol vistas desde la Tierra, que nos den mapas del campo magnético. Así los físicos solares pueden extraer las dinámicas de esta estrella». Era importante que el telescopio tomase fotos del Sol durante varios días sin descanso, a una altura de unos 40 kilómetros, sin perturbaciones atmosféricas. Esas imágenes permitirán hacer predicciones. «Está de moda estudiar el tiempo del espacio, esto es, cuando el Sol pega un petardazo, ver qué ocurre cuando llega a la Tierra. Los satélites dejan de funcionar, los astronautas de la estación espacial tienen que irse a otro lugar porque pueden ser dañados, los GPS no funcionan... Entender ese tiempo espacial es fundamental».

Plataforma

Las imágenes tomadas tienen una calidad alta con un buen contraste que roza el máximo teórico, señala el científico. Los físicos analizan esas imágenes solares para procesar los datos. La Sunrise facilita al consorcio el lanzamiento de España hacia otros proyectos como el de la ESA y le permitirá exportar tecnología innovadora como los retardadores ópticos basados en cristales líquidos. La responsabilidad de coordinar esta misión es del Instituto Max Planck.