Avalancha de libros de Educación para la Ciudadanía, una materia que debuta en Galicia el curso que viene. La disparidad de los manuales favorece su adecuación a casi todos los proyectos educativos.
22 jun 2008 . Actualizado a las 02:00 h.El próximo curso, los alumnos de segundo de ESO (13 años) estrenarán en Galicia la asignatura de Educación para la Ciudadanía, sin duda la más polémica de la reforma educativa. La inminencia del debut ha provocado que los obispos gallegos difundieran una nota animando a la objeción de conciencia ante la materia y, de hecho, en la Consellería de Educación ya se han recibido las primeras. La Xunta prefiere no cuantificar las que ha recibido hasta el momento porque, según dicen, muchas han llegado duplicadas. En cualquier caso, los contenidos que requiere esta asignatura pueden consultarse en el DOG del 7 de julio del 2007.
La adaptación que la Xunta ha hecho de Educación para a Cidadanía apenas ha introducido cambios sobre lo que establece la LOE, de modo que la mayoría de los manuales que estos días estudian los claustros de profesores son poco más que traducciones al gallego de los que se utilizan en el resto de España, donde la asignatura comenzó a impartirse en el curso que acaba de finalizar. La opinión de muchos profesores es que la mayor parte de estos textos han tomado la prudencia como referencia a la hora de ordenar los contenidos que pide la ley, precisamente por la controversia que ha rodeado a la asignatura desde su creación.
Pero ¿qué van a estudiar realmente los alumnos gallegos de segundo de ESO en esta asignatura? Básicamente el conocimiento de uno mismo como individuo, su pertenencia a una sociedad, sus derechos y deberes en una sociedad democrática, plural, y en un mundo globalizado, desarrollando habilidades sociales, aprendiendo a resolver conflictos por la vía del diálogo y a estimular la capacidad crítica ante el mundo.
¿Quién soy yo?
Una de las partes más discutidas, sobre todo por la Iglesia católica, es la relacionada con las definiciones sobre el ser humano y la propia identidad, un contenido al que los manuales prestan una especial atención. «O importante é que mulleres e homes teñan a autonomía e os recursos suficientes para viviren a súa masculinidade ou a súa feminidade. Nisto, coma en todo, o marco que limita as opcións é o marco ético; é dicir, os dereitos humanos», explica el manual de SM, una editorial con matriz católica y cuyo texto viene firmado por el filósofo y ensayista José Antonio Marina. «Cada persoa posúe unha identidade propia que vai adquirindo a través do tempo mediante experiencias, relatos e imaxes que compartimos cos demais [...], ligada tamén con grandes factores, como a etnia, o sexo, a clase social e a relixión», plantea al inicio el libro de Obradoiro, sello en Galicia de Santillana.
En ese manual, por ejemplo, el bloque dedicado a las relaciones humanas concede varias páginas al concepto de la familia, aunque elude hablar de su tipología actual. Sin embargo, los alumnos que estudien por el libro de Xerais se encontrarán con este tema en las primeras clases y una completa explicación de las tipologías familiares que conviven en la sociedad actual: «As familias tamén poder estar formadas por parellas homosexuais con criaturas propias ou adoptadas».
Esta disparidad a la hora de exponer lo que la Xunta establece como «recoñecemento e valoración da convivencia familiar como un sistema de comunicación e cooperación entre xeracións» es muy común en la mayor parte del temario, que, además, está ordenado de forma absolutamente aleatoria por cada editorial, lo cual condicionará también el desarrollo de la asignatura a lo largo del curso, teniendo en cuenta que en la inmensa mayoría de los centros el tiempo se agota mucho antes que el libro. La diversidad permitirá adaptar los contenidos de la asignatura a prácticamente todos los colegios e institutos, más allá de las objeciones que finalmente se concreten.