El poder gallego en el extranjero

SOCIEDAD

Los Vázquez Raña, forjadores de un gran imperio, son la punta de lanza de una pléyade de emprendedores

05 ago 2007 . Actualizado a las 02:00 h.

CARBALLO | Lejos de España hay «galegos con forza». La expresión vale en sus dos sentidos: hay muchos, y los hay poderosos. Es este, el del poder, un concepto amplio: poderosos, líderes, influyentes, relevantes, destacados. Emigrantes triunfadores. Su voz cuenta. En la economía o en la política, pero también en la cultura, en la ciencia, en la religión. En (casi) todo el mundo. De primera, y segunda y, gracias a la reforma del Código Civil, de tercera generación.

La lista es muy larga, y en algunos casos incluso discutible, pero hay un caso claro en el que no hay duda alguna: la archiconocida estirpe de los Vázquez Raña, especialmente capitaneada por los hermanos Olegario (con un continuador en su propio hijo, Olegario Vázquez Aldir) y Mario, establecidos en México toda su vida y dueños de un emporio que abarca tantas áreas que casi se acaba antes citando aquellas en las que no tienen nada. Son líderes incluso en el olimpismo. Tiradores veteranos, Mario preside la Organización Deportiva Panamericana, cuyos juegos acaban de celebrarse en Brasil, y hasta allá fue a presidirlos, tal vez en su jet.

México ha dado, y da, grandes fortunas a los gallegos emigrantes. Como la que, en torno al pan, forjó Antonio Vázquez Méndez, el mismo alimento en el que otros paisanos, también emigrantes, forjaron las suyas más al sur, en la tropical Salvador de Bahía, donde destaca, en el ramo de la alimentación, José Faro Rúa, nacido en Mondariz, persona altamente considerada en el estado, el mismo lugar donde nadie desconoce, por su éxito, a empresarios como Manuel Antas o Roberto Cal. Más al sur, en Uruguay, el país donde los Añón o los Canabal hicieron grandes fortunas, sigue hoy la estela, como uno de los empresarios más importantes del país, José Arijón Rama.

Hay muchos más empresarios de origen gallego con fuerte presencia en toda América, de Canadá a Argentina. Uno de los jóvenes (49 años) es Carlos Dorado Fernández. Nacido en Forxa-A Porqueira, emigrado a Venezuela, reside en Miami desde hace 5 años. Su grupo de empresas da trabajo a más de 1.500 personas. Acaba de hacerse con los derechos de la marca Frida Kahlo, lo que ha originado gran polémica en la prensa mexicana.