15 feb 2004 . Actualizado a las 06:00 h.

YA NOS lo temíamos, pero los datos lo confirman. El viernes es el día fatal para los conductores, el de más accidentes. !Hay que ver con el «día de Venus»! Con razón cuando nos llevaban por la oreja tocaba misa y abstinencia: merlucita al vapor, patatas cocidas y un poco de mayonesa, y a la cama temprano. Ahora que somos paganos, !venga Veneris dies ! Si uno anda concentrado en tareas de altos vuelos, como la vertebración de Galicia o el progreso de la humanidad, se olvida del calendario. Pero te das cuenta de que es el día de salir cuando ves aparecer por el pasillo a alguna compañera. Si viene tan superfashion que deslumbra, es que es viernes. Y claro, la combinación de andar deslumbrado y «salir» no es prudente. Porque salir significa coger el coche y ponerlo a toda mecha, no nos perdamos la fiesta. Al estilo Estopa: «metemos la primera, en el loro Deep Purple, chirrían las cuatro ruedas». Pone los pelos de punta hablar con algunos jóvenes de sus accidentes de tráfico: inasequibles al drama, valientes e insensatos como Orlando furioso, cuentan sus cacharrazos en plan épico, entre risas, como si fueran las aventuras de Mortadelo y Filemón. Hay prisa por no ser los últimos en llegar a la diversión y obstinación por ser los últimos en dejarla. Los remedios no están muy claros pero, aparte de lo que haga Tráfico por frenar a los excesivamente deslumbrados y por señalizar los puntos negros, no estaría de más que intentáramos liberar a la diversión del calendario, para evitar atascos y prisas, y llevarla del brazo con nosotros, tranquilamente, todos los días de la semana.