El verano empieza con calor y con el primer eclipse total del milenio

FRANCISCO DOMÉNECH A CORUÑA

SOCIEDAD

21 jun 2001 . Actualizado a las 07:00 h.

El Sol es protagonista del inicio de verano por partida doble. Los cielos despejados y las altas temperaturas anuncian una estío que sigue al dedillo el manual de las cuatro estaciones. Otros ciclos naturales, mucho más complejos, hacen que el solsticio de verano de 2001 coincida hoy con el primer eclipse total del milenio, visible en el sur de África. La coincidencia se produce, además, en el período de máxima actividad del Sol, lo que facilita la contemplación de las manchas solares. Estas zonas, algo menos calientes que el resto de la superficie solar, se perciben como puntos oscuros con un simple telescopio, siempre que se tomen las mismas precauciones que para ver un eclipse. La contemplación directa de este espectacular fenómeno sólo será posible desde unos pocos países del sur de África. Los más privilegiados serán Zambia, Zimbabwe, Angola, Mozambique y Madagascar, por donde pasará la zona de sombra total entre las 14.30 y las 15.30, hora española. En zonas concretas de estos países, las condiciones de observación serán mucho mejores que las del eclipse que sobrevoló Europa en agosto de 1999. Por ello, numerosas expediciones de todo el mundo, entre ellas la española Shelios, se han desplazado hasta Zambia para contemplar y estudiar el fenómeno. Los enamorados de la astronomía son los promotores de unos viajes -mezcla de aventura, ciencia y placer- que beneficiarán a toda la población internauta. Visible en la Red Los expedicionarios grabarán el eclipse y lo retransmitirán en directo por Internet, mostrando al mundo un fenómeno que afecta a una zona muy concreta del planeta. En Galicia, la Casa de las Ciencias de A Coruña contribuirá a la divulgación del eclipse con una sesión especial y gratuita de planetario, y con la retransmisión en directo vía Internet. En España sólo se verán eclipses virtuales hasta el año 2026. Ese verano, un eclipse total (el primero desde 1959) cruzará la Península Ibérica. Antes, en 2005, habrá un eclipse anular. Y de momento habrá que conformarse con otros encantos del cielo veraniego, como las lluvias de estrellas.