Día de menos nervios, pero de mucho ajetreo para padres y madres con la selectividad
SELECTIVIDAD
Normalidad en la segunda jornada de la ABAU en Viveiro
09 jul 2020 . Actualizado a las 05:00 h.Un año escolar atípico se cierra esta semana en el viveirense IES Vilar Ponte. Desde el pasado marzo, mes que pasará a la historia por la explosiva expansión de la pandemia y por el decreto del estado de alarma, el alumnado no ha podido volver a clase cuando más lo necesitaba. «Non é igual acabar o curso por videoconferencia, todo é moito máis impersoal e non podemos estar enriba dos alumnos», comenta María Porbén, profesora del instituto que alberga las pruebas. Tal como estaba la situación, solo se podía «poñer ese parche».
El estudiantado, aún así, afrontó con energía y en igualdad de condiciones con los compañeros de años anteriores estas pruebas de selectividad. Unos chavales de Foz, que descansaban antes del vespertino examen de Química, comentaban que «hoxe xa non había tantos nervios». Así se hacía patente al echar un vistazo por el recinto, mucho menos poblado que este martes y que la mañana de ayer, al estar dedicada la pasada tarde tan solo a asignaturas optativas.
Los otros grandes protagonistas de estos días son las madres y los padres. Ana y Cristina, de Mondoñedo, destacan ante todo la seguridad en la que ven envueltas a las pruebas de esta ABAU. «Para llevar y traer a los chicos nos turnamos, es lo más cómodo», cuenta Ana. La lejanía conlleva un esfuerzo extra, que se ve acentuado precisamente por ser de donde son. Este fue un año concretamente especial para el alumnado mindoniense; acostumbrado a examinarse a Lugo, tuvo que dirigirse en este final de curso a Viveiro. «Para mi hija yo ya tenía contratada una habitación de hotel en Lugo, y con este cambio de última hora he tenido que cancelarla», explica Cristina, y aclara: «Por suerte no hubo problemas con la cancelación, la causa estaba más que justificada».
La tarde comenzaba a decaer y se notaba. «Hoxe [por ayer] xoga o Dépor, así que exames mellor non facer máis». Un viejo conocido ocupaba de nuevo una mesa del parque Pernas Peón. Iván, de Burela, el alumno que ayer nos contaba que no tendría problemas en Inglés gracias a su profesor Toni, salió contento de ese examen: «E que é o mellor profe de inglés que tiven, sen dúbida». Contagiaba esa alegría.