Del paro a premio fin de carrera

Elisa Álvarez González
Elisa Álvarez SANTIAGO / LA VOZ

SELECTIVIDAD

PACO RODRÍGUEZ

Sesenta y nueve universitarios acaban de ser reconocidos como los mejores en sus respectivas carreras; algunos tras volver a las aulas

04 oct 2013 . Actualizado a las 14:17 h.

Francisco Antonio Uzcategui tiene 33 años y acaba de obtener el premio fin de carrera en la diplomatura de Máquinas Navales. Su historia es la de una vuelta a las aulas por todo lo alto. Tanto que le ha cogido el gusto y sigue en ellas. Estudió un ciclo superior de la familia de electricidad y electrónica y comenzó a trabajar en una fábrica, en la que estuvo cinco años. La dichosa crisis lo llevó al paro, «y decidí continuar estudios». Lo hizo en el campus de A Coruña y con honores. «Siempre fui bueno estudiando, y ahora con la experiencia laboral es cierto que ves el mundo académico de otra manera», explica. En su caso le ha ayudado. «Cuando en la facultad explicaban determinadas cosas, yo las visualizaba realmente, algo que creo que no puede hacer un alumno que no tenga experiencia laboral previa. Creo que había una especie de feedback entre los dos mundos, que en mi caso me ayudó».

Los premios que acaba de dar a conocer la Consellería de Educación, y que están dotados con 2.174 euros por persona, reconocen a los alumnos que finalizaron sus carreras en el curso 2011-12. Este año fueron 69 universitarios los que recibieron este galardón, pero desde su puesta en marcha en el curso 1990-91, Educación reconoció la trayectoria académica de casi un millar de estudiantes, en concreto de 955.

Tanto Francisco como el resto de los galardonados han empezado a planificar su futuro. En su caso ha decidido seguir estudiando. Cuando terminó estuvo embarcado dos meses, y ahora está realizando el máster en la facultad. La vuelta a los estudios le sentó tan bien que ya se piensa muy en serio lo de seguir vinculado a la universidad.

Una estudiante top

Otro de los premios fin de carrera es el de Sara González Porto, cirujana plástica en ciernes. Fue la mejor nota de la selectividad en el año 2006, la mejor nota de Medicina, y la mejor nota MIR en Galicia. Así que a nivel académico poco puede añadirse de esta joven de 25 años que se declara de Vilagarcía y Baión. Estudió siempre en centros públicos y se decantó por la Medicina por dos motivos, porque permitía estar en contacto con la gente, y porque las perspectivas profesionales eran buenas. Atrás quedaron sus otras vocaciones por las matemáticas y la física. Admite que la carrera es complicada. «É bastante duro porque esixe moita dedicación. Nalgunhas materias piden un 70 % de acertos para aprobar, e desconta cada pregunta que falles», explica. Ya cuando estudiaba Medicina en Santiago se sintió atraída por la cirugía plástica. Sabía que era una especialidad con una nota muy alta en el MIR «e ademais só hai dúas prazas en toda Galicia, unha no Chuac e outra no CHUS, por iso tiña a mente aberta, para non centrarme so nesa especialidade». Al final logró lo que quería y tras varios meses haciendo la residencia en A Coruña «estou feliz de la vida, cada día estou máis feliz. A especialidade non me decepcionou en absoluto. Encántame», concluye. Sobre el futuro, no quiere adelantar acontecimientos, «hai bastante crise, pero espero que a cousa mellore cando remate». Le quedan casi cinco años de residencia, así que quizás tenga razón.

Lo primero, la vocación

A Lucía Darriba, lucense de 22 años, todos le desaconsejaban que estudiase Educación Primaria. Tenía un 9,05 de nota media, por lo que podía acceder a cualquier carrera del sistema universitario gallego. En Magisterio pedían un 5,21, «pero era a miña vocación», dice. Alumna de centros públicos, siempre fue buena estudiante y no se arrepiente de la carrera elegida «aínda que non teña traballo». En la universidad seguía siendo buena, «pero ademais estudaba con máis ganas porque era o que eu escollín», explicó. Lo suyo es la docencia de primaria, así que no se planteó seguir en la facultad. Su objetivo es preparar las oposiciones de su especialidad y al mismo tiempo está enviando currículos a colegios. Como futura formadora de alumnos, lamenta que se esté recortando en educación, sobre todo en la enseñanza pública, pero tiene muy claro que es ahí donde quiere terminar.