Luces de ciudad

Serafín Lorenzo A PIE DE OBRA

SANTIAGO CIUDAD

02 dic 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Ya es Navidad en Santiago. En un gesto desconocido por estos lares, el gobierno municipal se ha adelantado incluso a las grandes superficies para iluminar con ambiente navideño las calles en las que pelea por subsistir el pequeño comercio. Bienvenida sea pues la reflexión y enmienda respecto a las campañas anteriores. Porque de eso, y no de otra cosa, iba el malestar que suscitó en el sector mantener el callejero compostelano con menos luces que aquel acartonado Madrid de La gran familia, que por algo era en blanco y negro. Al entrañable Pepe Isbert no tendría más fácil encontrar a Chencho por los soportales de la Rúa do Vilar de lo que le resultó dar con él en la madrileña Plaza Mayor de principios de los años sesenta. Esas críticas las ha atajado Compostela Aberta duplicando con tino la inversión en lámparas y estirando sin miramientos el período de encendido. Ahí tienen las cifras: de los 50.166 euros destinados al alumbrado en el 2016 a los 101.000 que este año permitirán alumbrar hasta las parroquias, donde también residen contribuyentes. Y durante 39 días. Lo nunca visto, con luz.

Porque esta iluminación que nos ocupa poco tiene que ver con lo que un día fue la Navidad y mucho con esto en lo que se ha convertido: el mayor señuelo comercial del año. La luz crea ambiente y estimula las compras. Casi nada. Santiago, en definitiva, tiene garantizada la luz navideña para esta campaña y la que viene, que son las dos que restan antes de las elecciones municipales del 2019. Así que, por lo que respecta a Raxoi, asignatura recuperada. Bastantes frentes abiertos genera la ciudad como para andar escatimando en bombillas.