Acudieron de inmediato los agentes de la Policía Local y se requirió la presencia de los servicios de socorro para que la mujer fuese trasladada al hospital. También se personó en el lugar de los hechos la Guardia Civil. Todavía se desconoce el estado de la víctima, pero los testigos aseguran que cuando fue auxiliada tenía la cabeza destrozada por los mordiscos y llena de sangre, una situación agravada por su avanzada edad. «E todo porque os cans ían sen bozal», denunció uno de los ciclistas, quien recuerda que quien tiene un perro de raza peligrosa está obligado a cumplir una serie de normas, entre las que figura la necesidad de llevar bozal. «¿De que lle serve agora á vítima que, por exemplo, os cans teñan un seguro se o mal xa está feito?».