El cruceiro más antiguo de Galicia exige en Melide mayor atención

Natalia Rodríguez Noguerol
natalia noguerol MELIDE / LA VOZ

MELIDE

SANDRA ALONSO

Un incidente en las fiestas reabre el debate sobre la seguridad y el estado de la pieza

26 ago 2018 . Actualizado a las 05:10 h.

Cruceiros del siglo XIV hay, si no muchos, unos cuantos por toda la geografía gallega: en la parroquia de Francos, en Teo, en la plaza de la iglesia de Noia y en el centro Torrente Ballester de Ferrol. Pero, aún datadas de la misma época, ninguna de las piezas es como la de Melide. A diferencia del resto, el cruceiro más emblemático del Camino Francés «é de transición, non é puramente gótico, senón que garda pautas do románico», explica la arqueóloga e historiadora melidense Cristina Vázquez Neira. De ahí su extraordinario valor y de ahí que Castelao lo considerase como el más antiguo de la comunidad en su obra As cruces de pedra na Galiza.

Sobre la estructura, catalogada como Ben de Interese Cultural (BIC) por la Xunta de Galicia, se puso esta semana el foco mediático, tras un incidente en la verbena final de la fiestas que se celebraron en la localidad en honor a San Roque. El vallado metálico con el que, por segundo año consecutivo, se protegió perimetralmente el cruceiro para evitar posibles daños derivados del montaje de las orquestas se aproximó al monumento para instalar el escenario de la Panorama. Con prontitud se resolvió el problema, que fue excepcional, según la alcaldesa Dalia García Couso. En palabras de la regidora, «durante todas as festas, non houbo incidentes con ningunha outra orquestra, tal e como comprobou a Policía Local na labor de vixilancia que exerceu nas madrugadas no cantón de San Roque para verificar que todo estaba correctamente ao remate das verbenas».

El incidente con la afamada orquesta no tuvo, afortunadamente, consecuencias mayores: no hubo que lamentar daños en la pieza, de la que, por ser un bien declarado BIC, tendría que haberse separado el escenario al menos 20 metros, según la legislación vigente en materia de patrimonio. Lejos de esa distancia preventiva, el escenario estaba prácticamente pegado al cruceiro, lo que puso en evidencia su seguridad. Más allá de las fiestas grandes de Melide, la estructura carece de cualquier tipo de protección. «Penso que está en perigo», afirma Cristina Vázquez. Y se explica: «a pedra non é tan delicada como outro material, pero o cruceiro no é so dunha soa peza, o que o faría máis resistente, e nos sabemos como está ancorado no fuste». El actual es el tercer emplazamiento del cruceiro. Desde la década de los 70 se encuentra a un lado de la capilla de San Roque, en pleno centro urbano, pero con anterioridad estuvo sobre la piedra de un lagar antiguo que aún se conserva en el lado opuesto de la misma iglesia y, antes de los años 40, en lo que hoy son los jardines del cantón.

Restauración

Al margen de desconocerse el grado de sujeción de la cruz al fuste sobre la que sustenta, la pieza labrada en el siglo XIV con trazos del románico y del gótico no se encuentra en su idóneo estado de conservación. Tal y como indica la arqueóloga del museo comarcal de Melide, que en esta información se pronuncia a título personal, «está cheo de líquenes e musgo, que son moi complicados de limpar porque se adhiren moito á pedra». Cristina Vázquez Neira es partidaria, en este sentido, de acometer «unha restauración profesional e de tempo», ya que considera que el estado actual del cruceiro exige «un tratamento moi delicado».