La jornada organizada por la asociación Senda Nova congregó a un centenar de personas de todas las edades
20 ene 2014 . Actualizado a las 07:00 h.A ra, los aros, las peonzas, los zancos, el tiro da boina, o pano y, especialmente, las carrilanas permitieron ayer a los participantes en la jornada celebrada en Agualada por la asociación Senda Nova disfrutar de una tarde de nostalgia, diversión y exaltación de lo tradicional. Todos esos juegos y algunos más -hasta completar una docena de propuestas- fueron dispuestos en el pabellón para que el público, hasta un centenar de personas en los momentos de más afluencia, pudiese recordar -los más mayores- y conocer -los más pequeños- cómo ocupaban su tiempo de ocio los niños hace unos cuantos decenios.
Los actos arrancaron a las cuatro de la tarde en el aula de informática del colegio Bormoio-Agualada con la proyección de un vídeo sobre esos juegos y una breve explicación por parte de César Camoira, miembro de la Asociación Galega do Xogo Popular e Tradicional llegado ayer desde Melide para participar en la actividad. Media hora después, y ya en el pabellón, los presentes fueron divididos en grupos para ir rotando por cada uno de los juegos dispuestos en el recinto. «Algunha persoa maior ao principio dicía que só ía mirar, pero ao final todos acabaron participando e pasando moi ben», explicaba con satisfacción al término de la jornada, que duró hasta las ocho de la tarde, Laura Mariño Taibo, coordinadora del ciclo en el que se enmarcó esta actividad, el Inverno Ancestral.
Entre los participantes estuvieron varios profesores del municipio, como Evaristo Domínguez, y el abogado y escritor, José Antonio Andrade, que no dudaron en probar suerte también con los juegos.
La próxima cita del programa será el 2 de febrero, con una jornada de mañana y tarde dedicada a la laguna de Alcaián.