Carlos Álvarez dirige Euskogal Resort, con capacidad para albergar 17 perros y gateras
10 mar 2022 . Actualizado a las 07:23 h.La comarca de Compostela ya cuenta con una nueva residencia canina. Abrió sus puertas hace unos días en Brión -en el lugar de Bastavaliños-, en manos del adiestrador de perros Carlos Álvarez Gómez, quien además es responsable de la unidad canina de rescate de Protección Civil en Oroso. Explica que empezó a ayudar a los dueños a entenderse con sus mascotas hace unos 10 años, cuando fundó Euskogal en una aldea de O Carballal (Compostela). Las instalaciones se quedaron pequeñas y trasladaron las clases a Figueiras, donde hoy trabaja codo con codo con otros cinco profesionales. La idea de crear un resort, dice, responde a la petición que llevaban tiempo haciéndole sus clientes: «Me decían: "Tienes que montar un sitio para poder irnos de vacaciones y dejar al perro con personas de confianza, como vosotros"». Con el apoyo de su mujer, María Lucía Antelo, una xalleira que también trabaja con él como adiestradora y colabora con la unidad canina, se embarcaron en la aventura. Y, tras superar una serie de trabas burocráticas que retrasaron el proyecto, comenzaba a funcionar por fin a finales del mes pasado la residencia Euscogal Resort.
Tiene capacidad para 17 perros, distribuidos entre una zona exterior y otra interior. «Tenemos tres caniles dentro, son habitaciones para perros acostumbrados a dormir en pisos, y dos habitaciones con patio exterior. Tanto los caniles interiores como los exteriores tienen suelo radiante y son todos individuales, salvo que una familia quiera que sus mascotas compartan espacio», explica el vecino de Cacheiras (Teo), un hijo de emigrantes nacido en Suiza. Destaca que en Euskogal disponen de un recinto «muy acogedor, cómodo y amplio para los animales», que incluye gateras, cuatro campos para soltar a los perros, además de una zona de adiestramiento para que los dueños puedan practicar con ellos.
Recuerda Carlos que, de niño, siempre quiso tener perro «y nunca pude». Su relación con los peludos comenzó a través de una asociación y poco a poco se fue especializando en la materia. Lo que más le gusta de la parte de adiestramiento y agility es «el trabajo de olfato con el perro para la detección y búsqueda por referencia de olor. Es un sentido que tienen muy desarrollado y que también ayuda a que se comuniquen entre ellos». Señala que, después de la pandemia, han observado que había más casos de ansiedad por separación, especialmente entre los cachorros que nacieron durante el confinamiento y que tuvieron muy poco contacto con otras personas, animales y con el mundo exterior. Carlos comenta que están acostumbrados a tratar «con todo tipo de problemas, desde agresividades hasta fobias» y sostiene que cuanto antes se aborden más fácil suele ser atajarlas.