Colecciones «made in» Boqueixón que traspasan fronteras

BOQUEIXÓN

CEDIDA

La marca de textil y calzado Loiba, con fábrica en Sergude, se abre paso en el mercado internacional

30 ago 2019 . Actualizado a las 13:11 h.

«Todo te invitaría a fabricar fuera de España. Es complicado competir con la moda hecha por multinacionales en el sudeste asiático. Sabemos que es ir a contracorriente, río arriba, pero creemos en la fabricación nacional». Son las palabras de Francisco Maragoto (Ortigueira, 1966), quien dirige la firma de moda textil y calzado Loiba. Nació con alma gallega y, diez años después, con un nombre en el mercado nacional y en pleno proceso de expansión internacional, no quiere renunciar a ella. Sus colecciones son made in Boqueixón, en Sergude, y esto no es un freno para seguir traspasando fronteras.

Todo comenzó con unas bailarinas o loibas con las que el empresario quería rendir homenaje a su abuelo Antonio, conocido como «o zapateiro de Loiba». «Empezamos con colecciones de zapatos y luego con la ropa, que tuvo una gran acogida y fue cobrando protagonismo hasta convertirse en el 90 % de la producción», indica Francisco, desde el año pasado asociado con José Sáenz, fabricante de calzado de Arnedo (La Rioja), en una vuelta a esos orígenes zapateros. Las creaciones diseñadas por Mónica Fuentes y confeccionadas en Sergude ya llegan hasta Chile, a varios países europeos -Inglaterra, Irlanda y Francia, por ejemplo- y a otros lugares de España, por supuesto. «Fuera no importa si el 100 % se hace en Santiago, al importador le basta con que sea de Europa, pero dentro el mercado nacional sí. Todavía hay boutiques que lo tienen en cuenta. Ahora estamos en una misión internacional, para abrir nuevos mercados. Hemos participado hace unas semanas en la feria Intermoda de Guadalajara. Tenemos este año un proyecto grande entre manos en México, con uno de los distribuidores más importantes del país. Y nos estamos preparando para darnos a conocer en Colombia, que es el segundo mercado hispanoamericano. También se están dando pasos en Australia... Es un esfuerzo titánico, pero tenemos mucha confianza en el producto que estamos haciendo, con calidad y con mimo», explica Maragoto. Y eso no sería posible sin una veintena de personas, el equipo de diseño, corte y confección que materializa todo el trabajo desde Boqueixón. Allí está la fábrica gala de Loiba, que resiste a capa y espada frente al imperio de la moda a la romana.

No todo es llegar a meta

Pocas veces se habla de los pequeños grandes méritos. Más, si esas hazañas no acaban con un final feliz. Aunque, casi todo, depende de la lentilla con la que se mire. Es el caso del reto que se propusieron este verano el compostelano Santiago Soleto Cereijo y el teense Pablo Liñares Cuenca, dos ciclistas que cada año ponen sus pedales a disposición de un reto solidario. El último, consistía en recaudar fondos para un pequeño noiés al que se le diagnosticó con solo dos meses una enfermedad degenerativa con una esperanza de vida muy corta. Andreas padece una atrofia muscular espinal (AME) de grado uno, la más alta. La aventura de los deportistas, apoyados por José Antonio Camiño Framil y José Ignacio Ciguenza Gestoso, partió de Roncesvalles un sábado por la mañana y finalizó 19 horas más tarde cerca de León, el domingo de madrugada. Se interpusieron en su ruta cara Compostela, Finisterre y Noia, como meta final, una serie de contratiempos. Se cruzó en su camino una tormenta eléctrica, que provocó un retraso de cinco horas, un pinchazo, 40 kilómetros perdidos y el cansancio acumulado. No llegaron a la meta, al menos no a la física, pero sí consiguieron reunir dinero y dar visibilidad al caso de Andreas, que «conocimos por las redes sociales», cuentan. Y, como buenos deportistas, el afán de superación no les permite tirar la toalla: «No descartamos volver a intentarlo antes del invierno».

Formación en otro país

Irlanda, Italia y Malta esperan a los 14 jóvenes de Boqueixón, Touro, Vedra y Cruces inscritos en el programa Galeuropa, que ofrece tres meses de prácticas formativas en empresas de la Unión Europea. La directora xeral de Xuventude, Cristina Pichel, se reunió ayer con ellos.