Ana Rosa, la palilleira de Ames que eleva el encaje a otra dimensión

Patricia Calveiro Iglesias
Patricia Calveiro SANTIAGO / LA VOZ

AMES

Al margen de su faceta como maestra de palilleiras y diseñadora, Ana Rosa Lista recibe muchos encargos de recuperación de encajes antiguos y otros dibujos personalizados. Para sus proyectos personales, confiesa ella entre risas, saca tiempo «quitándollo ao sono».
Al margen de su faceta como maestra de palilleiras y diseñadora, Ana Rosa Lista recibe muchos encargos de recuperación de encajes antiguos y otros dibujos personalizados. Para sus proyectos personales, confiesa ella entre risas, saca tiempo «quitándollo ao sono». PACO RODRÍGUEZ

La maestra artesana reproduce monumentos y cuadros con hilos, hace figuras en 3D y da a conocer este arte en su casa-escuela de Ortoño, donde abrirá el próximo mes su tienda y museo, con piezas de otros países y diseños antiguos

16 ago 2021 . Actualizado a las 14:01 h.

Empezó a palillar por afición, hace 26 años, después de ver en la televisión una Mostra do Encaixe de Camariñas que la dejó fascinada. Tras muchos años de práctica y formación, Ana Rosa Lista se ha convertido en un referente que eleva este arte a otra dimensión. La vecina de Ames maneja la técnica tradicional, pero se ha especializado en el dibujo con encaje. Con los hilos, reproduce sobre lienzos pintados de negro desde monumentos hasta cuadros del mismísimo Luis Seoane a tamaño real (hizo una serie de 18 obras expuestas en Portugal y alguna de ellas ya fue vendida). También hace figuras semiescultóricas en tres dimensiones (sirviéndose de alambre y otros materiales para dar volumen) y da un nuevo sentido al manejo de los bolillos.

La maestra artesana de 53 años nacida en Mourigade (parroquia de Bugallido) cuenta que sus primeros pasos en este mundo fueron en una asociación local, donde aprendió de Mariña Regueiro. «Chegados a un punto díxome: "Ata aquí chegaches, xa non te podo ensinar máis". Empecei a comprar libros para seguir aprendendo e fun moi autodidacta. Pero as portas abríronseme cando gañei o segundo premio en Camariñas e coñecín a escola de Holanda. Colléronme na última promoción. Eramos 14 encaixeiras españolas, formámonos noutras técnicas de Europa, e saquei o título cunha mestra de renome internacional, Lia Baumaister-Jonkers», relata la amiense, quien hace cinco años abría en Ortoño la Casa Escuela Obradoiro de Ana Rosa. «Non quería dar clases ata que me vise cos coñecementos suficientes. Empecei cunha alumna e fóronse incrementando... Tamén dou clases no centro sociocultural Luis Seoane de Arca (O Pino), que xa é como a miña segunda casa», apunta. Entre sus trabajos más viajeros está O Camiño do Encaixe, una colección inspirada en el patrimonio cultural y artístico de las rutas jacobeas que actualmente se expone en Mos.

«Todo comezou co traballo de fin de estudos da escola de Holanda. Había que presentar pezas feitas por un. Eu empecei cunha cruz de Santiago e acabei facendo a Porta Santa. Levoume 2 anos acabar a serie, completeina no 2014, e quedou no tinteiro a praza de Praterías... As obras formaron parte dunha exposición itinerante da Deputación da Coruña polo Camiño Portugués e estiveron nun montón de sitios. Foi un orgullo facer gala da miña terra con elas, pero O Camiño do Encaixe nunca se exhibiu en Santiago e iso é algo que me pesa un pouco, unha espina que teño aí cravada», reconoce Ana Rosa.

Su tono de voz cambia radicalmente cuando habla de un proyecto que pronto verá la luz y que la tiene muy ilusionada: «O próximo mes, se todo vai ben, vaise inaugurar a tenda da Casa Escola e o museo, onde se expoñerán pezas de moitos países que fun conseguindo nos meus viaxes, incluso do Brasil, para que a xente vexa que hai encaixes en todos os lados do mundo. Tamén hai réplicas e pezas antigas orixinais, algunha do século XVI... antes facían marabillas», dice con admiración una mujer humilde, que trabaja con extrema paciencia y confiesa que tuvo que pelear mucho para estar donde hoy está, con obras suyas en museos como el de Peniche (Portugal) o Rusia.

PACO RODRÍGUEZ

Al margen de su faceta como maestra de palilleiras y diseñadora e interpretadora de diagramas, Ana Rosa Lista recibe muchos encargos de recuperación de encajes antiguos y otros dibujos personalizados. Para sus proyectos personales, admite ella entre risas, saca tiempo «quitándollo ao sono». «Veñen con moito encaixe tradicional, sobre todo de Galicia, pezas das bisavoas que atopan rotas. No estudio, cunha lupa de fíos fago un trociño da peza e a partir de ahí vaise reproducindo o esquema. De fóra pídenme moito debuxo de iglesias e catedrais outras encaixeiras que palillan a partir dos bocetos que lles envío»,  indica la artesana, quien destaca un trabajo de recuperación que hizo para la asociación etnográfica Sete Espadelas de Pontevedra. «Tiven que sacar un patrón novo a partir duhas fotos en branco e negro dunhas cofias de encaixe de Milan. Foron seis meses de traballo, nos que tiven que sacar partido de todo canto estudei, pero conseguín sacar as pezas. Aprendín tanto, tanto... Foi un dos traballos máis satisfactorios que fixen», recuerda.

Ana Rosa cuenta que «xa facía labores, e gustábame moito, cando estiven coas monxas no María Inmaculada, na Rúa Nova». Le gustaría acabar con la idea de que el encaje es solo un trabajo casero, porque también se puede pintar con hilos y ofrecen muchísimas posibilidades artísticas. Asegura que ella disfruta creando y que ni en sueños, cuando empezó, se imaginó que podría llegar a hacer una quinta parte de lo que hacían las palilleiras de Camariñas. Entre los muchos cometidos que asume, están los premios del concurso de fotografía convocados por la Xuntanza de Empresarios de Ames, que consisten en una cámara de fotos en encaje recubierta con cristalizado. La clave del éxito, para ella, es la dedicación y la paciencia, la misma que trata de imprimir a sus alumnas (solo tuvo un alumno, de 7 años, y aunque tenía maña acabó dejándolo): «Ás veces toca refacer e volver a empezar».