El divorcio entre el Compos y Fabiano, grave error

Ignacio Javier Calvo Ríos
NASO CALVO LA VOZ / SANTIAGO

SANTIAGO

Sandra Alonso

A Cardeñosa le queda un banquillo muy caliente y ocho finales muy exigentes

23 mar 2023 . Actualizado a las 21:43 h.

¿Por qué?, repitió hace casi doce años en infinidad de ocasiones José Mourinho cuando entrenaba al Real Madrid, después de caer contra el Barcelona en una semifinal de Champions.

¿Por qué el Compostela se carga a Fabiano Soares cuando el equipo está situado en la segunda posición de la tabla clasificatoria? ¿Por qué la directiva del Compos, la misma que dirige ahora el club, no cesó a Rodri Veiga la pasada temporada, en la jornada 26, después de tres derrotas consecutivas?

¿Por qué el Compos prescinde de Fabiano y no lo hizo en su día con Rodri Veiga, cuando el hispano brasileño lleva, en las mismas fechas, siete puntos más que el técnico gallego? ¿Por qué se toma una decisión tan impopular, precipitada, arriesgada y sin mucho sentido cuando ni siquiera hay un técnico en la recámara? Mourinho se pondría las botas con tanto por qué.

Faltan ocho jornadas y un calendario de vértigo, en el que el Compos se enfrentará a equipos que están en la zona alta peleando por el ascenso. El domingo por la tarde los blanquiazules visitarán a la Gimnástica de Torrelavega. En el banquillo estará Cardeñosa, el segundo entrenador que viene de una tormentosa relación con Fabiano. En el club no dicen nada, pero todo apunta a que la intención es quedarse con este técnico para lo que resta de temporada, siempre y cuando los próximos resultados no hagan temblar los cimientos de San Lázaro.

La apuesta es muy fuerte, arriesgada, y los experimentos suelen traer malas consecuencias. El Compos se juega la vida en ocho finales dramáticas y muy exigentes. El fuego está encendido en el vestuario del Compostela. Un incendio que no será fácil apagar. Ahora tendrá que ser la hora de los que se quejaban por jugar pocos minutos, de los que reclamaban más protagonismo.

Razones

El tiempo siempre da y quita razones. Con este cambio, el Compos podrá o no disputar la promoción de ascenso, algo que Fabiano Soares llevaba muy bien encaminado. Cualquier otro resultado que no sea estar entre los cinco primeros del grupo tras la conclusión de estas ocho últimas jornadas será un absoluto fracaso.

Desde el club hablan de malas sensaciones, de dinámicas y tendencias negativas. Hablan con miedo por lo que sucedió en la pasada campaña con Rodri, pero nadie se cree que los tres últimos marcadores sean la razón del cese de Fabiano. Alguien le metió la zancadilla al de Río de Janeiro.

El fútbol no entiende de lógicas, pero sí es cierto que los cambios en los banquillos no son garantía de ningún éxito. Casi podríamos decir que es todo lo contrario.

Hace unos días, el entrenador argentino Sebastián Beccacece sustituyó a Pablo Machín en el Elche, colista en Primera División. Es el cuarto técnico del conjunto ilicitano en esta temporada del centenario, después de Francisco, Jorge Almirón y Machín; y sin contar con Alberto Gallego y el secretario técnico, Sergio Mantecón, que se hicieron cargo de forma provisional durante un partido. Y con unos y con otros, el Elche no le gana ni a un equipo de juveniles. Un ejemplo bien real, para que piensen los mandatarios del Compos.

El 28 de enero de 1990, Jesús Gil se cargó a Javier Clemente como entrenador del Atlético de Madrid. Fue reemplazado por Joaquín Peiró. El Atlético venía de ganar en Cádiz (0-1) y estaba de tercero, a un punto del segundo, el Barça, y a seis del líder Real Madrid. Con Peiró, el equipo acabó en la cuarta plaza, superado incluso por el Valencia, y a doce puntos del campeón Real Madrid.

El 27 de enero de 1992, el Real Madrid fulminó a su entrenador cuando era líder de la liga y sin apenas tiempo para celebrar el título de campeón de invierno. Radomir Antic vació su taquilla. La directiva de Ramón Mendoza sorprendió. El Real Madrid estaba en lo más alto de la clasificación y el equipo venía de vencer al Tenerife (2-1) con dos goles de Míchel. Los blancos estaban tres puntos por encima del Barcelona. Llegó Leo Beenhakker y la decepción fue total. El Madrid cerró sin Liga y sin Copa el curso. El éxito fue para el Barça.

Buenos ejemplos

Más ejemplos para que algunos se echen a temblar. El 13 de enero del 2020, el Barça era líder con los mismos puntos que el Real Madrid. El presidente Bartomeu, un hombre que pasará a la historia del barcelonismo, y no precisamente por hacer bien las cosas, se cargó a Ernesto Valverde. La lucidez del mandatario le hizo llegar a Quique Setién. El Txingurri, en dos años y medio lideró la liga en 81 de las 95 jornadas que disputó. El Real Madrid fue campeón, con cinco puntos de ventaja sobre el Barcelona.