En la segunda vuelta ganó tres partidos y perdió ocho, con ocho jornadas seguidas sin vencer y alejando de San Lázaro la mitad de los puntos disputados
19 may 2022 . Actualizado a las 11:29 h.Al Compos le sobraron muchos meses de competición. El equipo de Rodri Veiga se quedó sin fuerzas cuando las expectativas eran máximas. Con el equipo a pleno rendimiento, con muchas opciones de pelear por el ascenso, de un día para otro el conjunto blanquiazul desapareció, desconectó, se borró de la liga. El Compostela demostró que no es un bloque para competir en una maratón. Tal vez hubiese conseguido mejores éxitos en una media maratón. Las 34 etapas de la liga regular en la Segunda RFEF se le hicieron muy largas a los blanquiazules.
Las lesiones de jugadores importantes, a los que les costó entrar en la dinámica de la competición, fue uno de los grandes hándicaps del técnico. Futbolistas de los que se esperaba mucho al final no rindieron lo suficiente para marcar diferencias. El once de la capital gallega acabó el curso en la octava posición, muy cerca de los puestos de promoción de ascenso.
Una racha muy negativa en la segunda parte del campeonato acabó con la ilusión de cientos de compostelanistas. La escuadra blanquiazul concluyó la primera vuelta en la tercera posición, a solo tres puntos del equipo que al final se llevó el campeonato y el ascenso directo. La diferencia en el ecuador del torneo entre el Pontevedra y el colectivo de Rodri Veiga era mínima. Solo el Unión Adarve, que en la segunda vuelta también pinchó en exceso, parecía un equipo de otra galaxia.
El Compos llegó con energía a finales de febrero, pero en marzo y abril desapareció. Renunció al ascenso con una racha de ocho jornadas consecutivas sin conocer la victoria. En la primera vuelta solo perdió un partido. En la segunda dobló la rodilla en ocho ocasiones, lo que provocó el caos final. En la primera vuelta ganó ocho encuentros. En la segunda, solo tres, dos de ellos en las cuatro últimas jornadas, cuando ya las posibilidades de estar entre los mejores eran remotas.
Más goles encajados
En la parte inicial de la competición, el equipo de San Lázaro solo encajó 14 goles. En la segunda vuelta recibió 24 y nada más que consiguió 15 de los 51 puntos disputados. El peor equipo de la segunda vuelta fue el colista y descendido Ceares, que solo sumó siete puntos. El Compos, con los 15 mencionados, fue el otro vestuario que peor lo hizo en el 2022. El Móstoles, con muchas aspiraciones en la primera vuelta, también se quedó sin gasolina. En la segunda fase del campeonato solamente logró 17 puntos y descendió de categoría. Gallegos y madrileños fueron la cruz.
La cara de la segunda vuelta, el Coruxo, con 34 puntos, y el campeón Pontevedra, con 30. El renacido Arenteiro, en puesto de descenso en el mes diciembre, y el Palencia Atlético, que al final jugará el play off de ascenso, fueron otros dos conjuntos con una segunda vuelta excelente.
Se escaparon muchos puntos
En San Lázaro, el Compos también mostró muchas debilidades en el 2022. En la primera vuelta no perdió ninguno de los nueve encuentros que disputó, sumando seis victorias y tres empates. En la segunda, por el contrario, los blanquiazules cayeron en dos de sus ocho partidos como locales. En la primera vuelta solo se escaparon seis puntos de la capital gallega, mientras que en la segunda los santiagueses cedieron la mitad de los puntos que disputaron. Sumaron 12 de los 24 posibles.
En Navidades, con medio curso ya consumido, el Unión Adarve era el líder destacado. En puestos de promoción estaban Pontevedra, Compostela, Navalcarnero y Bergantiños. Al final, los de Santiago y los de Carballo desaparecieron de la escena y dejaron su butaca de privilegio a Palencia Atlético y Coruxo.
En descenso estaba al concluir la primera vuelta el Arenteiro. Finalizada la liga regular, el único conjunto gallego que perdió la categoría fue el Arousa. Luisito llegó al rescate, pero no fue suficiente para evitar el naufragio del once de Vilagarcía.