Laura Iglesias arrasa con las sudaderas de artesanía conjuntadas para madres e hijos

Margarita Mosteiro Miguel
Marga Mosteiro SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

Sandra Alonso

Celebra el primer aniversario de Caraco en Área Central tras su éxito en internet

22 abr 2022 . Actualizado a las 11:30 h.

Los últimos acontecimientos importantes de su vida giran en torno a las fechas de este fin de semana. El sábado hace un año que Laura Iglesias inauguró su comercio Caraco en Área Central, cuando se cumplía justo un año de su puesta en marcha en la red. Además, para mayor casualidad, el domingo cumplirá tres años su hijo pequeño, Rodrigo, y en esa misma jornada Laura celebrará su propio cumpleaños. Su salto al sector comercial, y concretamente al de la ropa para niños, fue una decisión en la que tuvo mucho que ver la necesidad de buscar una salida que le permitiera conciliar su vida familiar y laboral. Una faceta de su vida en la que, explica, «también tenemos la ayuda de mis padres y mis suegros. Aunque yo creo que la clave es la organización, priorizar las cosas y, sobre todo, no agobiarse». Así nació Caraco, en plena pandemia. El nombre de su negocio es obra de su hijo mayor, Nicolás, que tiene 5 años. «Lo decía él, y me pareció bonito, así que decidí usarlo para el comercio», relata. Profesionalmente, Laura nunca había tenido vinculación con el sector textil. De hecho, comenta, «durante once años mi sector fue el sanitario, en empresa privada». Pero sus amigas la animaron «a poner un negocio de ropa infantil, y Área Central era un buen lugar. En Santiago, salvo las grandes cadenas, hay pocos sitios donde comprar ropa para niños que sea bonita, original, buena y a buen precio». Además de con las prendas para niños desde la primera puesta hasta los cuatro años, más o menos, Laura está arrasando con las prendas a medida. «Tenemos las telas y hacemos la ropa para niños y niñas hasta 11 o 12 años, y una de las cosas que más está sorprendiendo es la posibilidad de combinar algún detalle en la ropa de las madres con la de las niñas. Tenemos unas sudaderas negras básicas para las mamás a las que les ponemos un detalle con la tela elegida para las sudaderas de los niños», detalla. Estas prendas están siendo muy aceptadas. «No se trata de ir exactamente iguales, pero gusta mucho». Hace años era muy habitual vestir a los niños igual, no solo para eventos, sino también a diario. «Ahora vuelve la idea para eventos especiales o para un día concreto. Nosotros tenemos las telas y la ropa se hace en el taller. Para un día especial o para cualquier día. ¿Por qué no?», propone Laura. Aunque reconoce que esta aventura supone un gran sacrificio, la joven empresaria cree que «vale la pena, porque la satisfacción compensa».